Todas las chicas temblamos cuando se quedan sólos o salen juntos. Que harán y, sobre todo, de que hablaran son las grandes interrogantes para las mujeres. A continuación te mostramos algunos de los tópicos, pero no olvides que los Hombres están cambiando… Aunque todavía no acostumbren a ir al baño juntos.

No pienses que son como las mujeres, los hombres defienden su intimidad, por encima de todo, y no se les ocurre cotillear detalles íntimos con sus amigos. Los problemas sentimentales son tratados como un tabú, y ni sueñes que van a contar a alguien sus problemas a nivel reproductor, si los tienen.

Tampoco esperes que ellos entiendan que tú se lo vas a contar a la vecina del cuarto.

Sin embargo, les encanta hablar de sus proezas, si se trata del ligue de la noche anterior o de una novia de hace años. En estos casos, adoran sacar a relucir hasta los detalles más íntimos y presumir de sus hazañas en la cama. Y, si pueden, añaden nimiedades para salpimentar la historia y quedar como el donjuán impenitente delante de los amigos y compañeros de trabajo.

Antes de un café en la oficina o el salón de su casa, en cuanto se reúnen dos o tres hombres, se animan unos a otros y de forma gradual la charla se va haciendo cada vez más misógina. Les gusta ridiculizar todo el mundo femenino, porque les fascina, pero lo entienden.

Y cuando ya no queda nada que ridiculizar, vuelven a las discusiones sobre fútbol, que es, junto a hacer chistes sobre la suegra, el recurso más manido de sus conversaciones.

Otro de los temas favoritos de los hombres es hablar de política

Les gusta mucho arreglar el mundo y, además, consideran que es una ocupación saludable para el mundo masculino.

Por otra parte, teniendo en cuenta que el trabajo es uno de los asuntos que más les importa, hablar con sus amigos de asuntos laborales, negocios y temas financieros es fundamental en sus relaciones.

Lo que está bastante claro es de lo que de ninguna manera hablan

Temas prohibidos para un macho alfa de pelo en pecho, son los detergentes (este producto me deja la ropa como los chorros de oro), la plancha (difícilmente te pregunta abiertamente cómo se plancha una camisa, a no ser que seas su madre), de las tendencias de moda o de la peluquería.

Pero hay que entenderlo, ésas han sido siempre cosas de mujeres. Sin embargo, consideran muy masculino discutir sobre los precios en el hipermercado, crean una especie de competición sobre quién compra las cervezas más baratas y se pirran por conseguir que les hagan una rebaja para presumir.

Y es muy curioso que en el caso de los hombres, se observa como a la hora de hacer una confidencia suelen llamar a esa amiga que siempre los comprendió. No tengas celos; él necesita una mujer para mostrar su debilidades: piensa que sus amigos no le entenderían.