Si alguna vez leíste las aventuras de Rincewind en Mundodisco, este artículo no te será del todo fantasioso. Si no lo has hecho, prepárate para saber el terreno que pisas cuando vayas a alguna isla extraña. Agárrate, porque vienen curvas.
¿Qué era la tortuga escudo?
La Tortuga Escudo es la causante de que muchos marinos aún vayan a sesiones de psicoanálisis y de retorno ad uterum. Bromas aparte, esta tortuga tenía como nombre Aspidochelone, de Aspis, escudo, y Quelonio, tortuga, en la mitología griega. Es una criatura de las menos conocidas, pero de las más fascinantes, a mi parecer.
No es la medusa, ni el cíclope, ni uno de los héroes célebres de la mitología antigua, pero por sus características, sorprende, porque nadie se espera que una tortuga tenga estas siguientes peculiaridades.
Descripción de la tortuga escudo, o Aspidochelone
Es una tortuga marina, pero de un tamaño tan colosal y monstruoso, en el sentido de gigantesco, que en su inmensa figura puedes dar una macrofiesta y ríete tú de Ibiza. En serio, esta tortuga abarcaba tanto espacio que se confundía con una isla.
La mitología habla de tragedias marinas, en las que unos inadvertidos marineros llegan, ven, y no vencen. Se van directos al mar donde una muerte segura les ampara en las profundidades del oceáno. No envié a mis naves a luchar contra los elementos, que decía Felipe II tras la derrota de la Armada Invencible, cuando el empeño de aquel rey era invadir Inglaterra.
Cuéntale ese cuento a otro, le dirían, si una tortuga isla hiciera lo mismo.
Otros mitos y leyendas
El mito irlandés de San Brandán, según se recopila en unos manuscritos fechados entre los siglos X y XI de nuestra era, se basaba en su viaje buscando el Jardín del Edén. Este abad de la abadía de Clonfert, que viajó en busca del Paraíso, ¡aprende Milton, de tu Paraíso Perdido!, navegó sin rumbo fijo durante siete años con su tripulación de 14 monjes.
El cuaderno de bitácora debía ser la caraba.
Travesía del abad San Brandán
Durante su travesía azarosa, desembarcaron en una isla de aspecto extraño. Normalmente, las islas tienen plantas, vegetación. Nada había en esa isla, y había que hacer fuego para cocinar un cordero. Fue ahí donde comenzaron los problemas, la isla se movía.
Jasconius, la tortuga, según su nombre en los manuscritos, los llevó hacia el Jardín del Edén, renombrada después por Isla de San Brandán. No se sabe a ciencia cierta qué motivo lleva a una tortuga a navegar sin licencia y de incógnito por las aguas del Mediterráneo, pero...