El Gobierno chino ha decidido poner restricciones a los menores que pasan el tiempo libre jugando a videojuegos desde este mismo mes de noviembre. La razón de este veto podría ser comprensible, pues al parecer los menores chinos pasan demasiado tiempo delante de las pantallas de sus dispositivos.
Restricción de tiempo
Desde este mes de noviembre, aquellas personas menores de edad que residan en China no podrán jugar entre las diez de la noche y las ocho de la mañana del día siguiente, contando para ello con una hora y media como máximo los días laborables.
Los fines de semana podrán disfrutar de una sesión de videojuegos de un máximo de tres horas.
La miopía y otros problemas de visión que padecen muchos de los menores de edad chinos, su adicción desmedida a los juegos de éxito y, sobre todo, su bajo rendimiento académico -que Pekín trata de detener a toda costa antes de que sea endémico- son las razones de peso que el país asiático expone para esta restricción, que tiene como objetivo evitar un desastre mayor debido a la obsesión por el entretenimiento virtual de sus más jóvenes.
Fin del anonimato
El Gobierno de Pekín también quiere evitar el anonimato en los Videojuegos, de manera que para poder jugar y registrarse, los menores deberán usar sus nombres reales.
Esto permitiría a China controlar mejor a qué juegos juega cada usuario y a qué género es más asiduo.
En tiempos del machine learning y la inteligencia artificial, esto podría provocar un mayor y exhaustivo control sobre los ciudadanos chinos. Aunque en este caso hablamos de un sector social como los menores de edad, totalmente desprotegidos de las nuevas amenazas digitales como el ciberacoso, el chantaje en línea o las adicciones tecnológicas.
Microtransacciones
Con el peligro de las nuevas adicciones que parecen asolar a ciudadanos de todo el mundo, los menores son los más perjudicados a la hora de defenderse de una oleada masiva de microtransacciones, pequeños pagos casi automáticos que han acabado con más de una factura sin pagar y problemas económicos en muchos hogares.
En en esta cuestión, los límites serán los siguientes: menos de 25 euros al mes para los menores de entre 8 y 16 años y no más de 50 euros para los jóvenes de entre 16 y 18 años.
Estas medidas sólo afectan de momento a los menores de edad, y no parece que vayan a extenderse a otros segmentos mayoritarios de la población china.
La responsabilidad del sector
En todos los países, los menores de edad se ven influenciados en estos momentos por la marabunta de ofertas que abundan en torno al mundo de los videojuegos. Fortnite, PUBG y otros tantos videojuegos de acción frenética son los responsables de este aumento en las adicciones de menores que pasan demasiado tiempo jugando delante de sus pantallas.
Como todo bien de consumo, el sector del entretenimiento digital también debería asumir su parte de responsabilidad en sus transacciones e interacciones con los usuarios, en particular los más pequeños.