Europa ha recibido una gran cantidad de inmigrantes en los últimos años y ésto ha producido una serie de transformaciones. España no ha sido ajena a los cambios de las últimas décadas y ha recibido a una gran cantidad de inmigrantes, pero se debe señalar que hay diferencias con el resto de Europa. España tiene una poderosa Inmigración de América Latina, ya que es su zona de influencia, el país ibérico no ha recibido la oleada de musulmanes que han recibido naciones como Francia, Alemania o el Reino Unido. Una política inmigratoria correcta puede evitar una serie de conflictos en el futuro.

Europa envejece

No es ningún secreto que la tasa de natalidad se ha desmoronado en Europa y que en muchos casos es inferior a la mortalidad. El envejecimiento de la población plantea una serie de desafíos en materia social, económica y de otro tipo. A Europa se le viene una crisis de pensiones, ya que la pirámide de edades se ha invertido, los niveles de consumo también se pueden ver perjudicados. Los costos de salud crecerán exponencialmente y la recaudación tributaria se verá menguada por una población mayor.

Conflictos étnicos

En varias naciones europeas están surgiendo conflictos entre las poblaciones locales y los inmigrantes procedentes de países islámicos. Ésto ya se manifestó hace unas décadas en la antigua Unión Soviética y se ve puede ver en éstos años en Europa occidental.

España debe evitar conflictos de este tipo por medio de políticas apropiadas que aseguren la paz y estabilidad. Veremos algunos conflictos, empezaré con la Unión Soviética, que estaba compuesta por varios pueblos. En esa nación había 15 repúblicas y 6 de ellas eran de religión islámica.

Crisis en la URSS

En el gigante marxista había cinco países en el Asia Central que eran musulmanes y estaban a favor de la secesión, cosa que consiguieron.

En el Cáucaso también había un país islámico, Azerbaiyán, que se independizó del gobierno soviético. Hoy en día podemos ver que la gran mayoría de estos países son bastante pobres y atrasados. Kazajistán es algo más desarrollado que los otros países musulmanes, pero su prosperidad se debe al petróleo y no a políticas idóneas.

Definitivamente, estas seis naciones islámicas están atrasadas al lado de países como Lituania, Letonia o Estonia que abrazaron un modelo occidental, con el que se protege el estado de derecho y la economía de mercado. Las estadísticas sociales y económicas demuestran que occidente tiene políticas que fomentan el progreso y desarrollo de los pueblos. Una razón para que España siga defendiendo estos valores y tenga políticas definidas que los protejan.