"Si vis pacem, para bellum" (Si quieres la Paz, prepara la guerra) así entendía Vegecio en el siglo IV el concepto de paz durante el Imperio romano; sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido desde que escribió esta máxima en el prefacio del libro III de su obra Epitoma rei militaris no ha perdido vigencia; no obstante, cada 21 de septiembre la Asamblea General de Naciones Unidas celebra el Día Internacional de la Paz para que, al fin, un día el cese de la violencia en el mundo y su aspiración de paz deje de ser un deseo del imaginario colectivo para convertirse en realidad.
Sin embargo, en la actualidad el trabajo para conseguir un mundo mejor es interminable para las entidades, organizaciones internaciones, fundaciones y ONG de todo el mundo.
Así, por ejemplo, Amnistía Internacional en su página web, a fecha de hoy, proclama denuncias para preservar los Derechos Humanos y, en todas ellas, subyace el estigma de la violencia o la supremacía por parte de unos seres humanos sobre otros. Esta organización internacional destaca la petición para acabar con la violencia en Myanmar donde en menos de dos semanas una cifra que ronda los 370.000 rohingyas se han visto obligados a huir a Bangladesh para salvar sus vidas, o la condena a 30 años de prisión de una mujer de 19 años en El Salvador por “homicidio agravado” tras sufrir un aborto.
Asimismo, esta organización denuncia que se han exportado a Arabia Saudí más de 650 millones de euros de armas españolas desde el inicio de la contienda en Yemen en marzo de 2015.
Por estas y otras causas que destruyen el bienestar de los seres humanos en el planeta Tierra, que es la casa común de todas las personas, Naciones Unidas en 2017 sigue luchando para sensibilizar a la sociedad en aras de conseguir un mundo mejor, más justo y solidario.
Este año el lema elegido apela a la unidad en alusión a los refugiados que se han visto obligados a huir de sus hogares. El lema reza así "Juntos por la paz: Respeto, seguridad y dignidad para todos" con la esperanza, según indica la organización, que se pueda garantizar a los refugiados "respeto y seguridad" para que puedan vivir con "dignidad" en los países de acogida y que la convivencia entre las personas sea un hecho que sume y que no separe a los unos de los otros.
En este sentido, el Secretario General, António Guterres , en un comunicado hecho público con motivo del Día Internacional de Paz señala que en las épocas complejas donde la inseguridad es la moneda de cambio los colectivos de "apariencia diferente" sufren con dureza las consecuencias de una realidad que les es, completamente, ajena y de la que no son responsables.
Miedo por esperanza
En esta línea, Guterres hace una llamamiento a la ciudadanía para que esta situación no les confunda y que eviten tratar a estos seres humanos como 'los otros' cuando, en realidad, son personas humanas que han tenido la mala suerte de vivir una situación complicada.
Guterres, asimismo, entiende que "la discriminación" es un concepto denigrante que no permite ni a los individuos ni a los colectivos sociales desarrollar todas sus capacidades como sociedad.
Por ello, el Secretario General aboga por la unidad para luchar con tra la "intolerancia", defender los Derechos Humanos y tener la capacidad de "construir puentes" para que la sociedad sea capaz de "convertir el miedo en esperanza".
Naciones Unidas espera poder movilizar a los ciudadanos para conseguir el objetivo planteado por el Secretario General y para ello, además de diversas acciones, destacarán el valor que aportan los migrantes a las economías y los países y, además, tratarán sobre las preocupaciones de las comunidades de acogida con el fin de "reunir a todos para recordar la humanidad". Naciones Unidas, estima que en este contexto es fundamental el rol que desempeñan los jóvenes en las actividades de voluntariado y asistencia a los refugiados.