¿Qué es la serendipia?

¿Te acuerdas de la película Serendipity? Sí, la de las coincidencias al estilo Hollywood y los amores extraños, frutos de la casualidad. En este artículo conocerás el origen de la palabra serendipia, o serendipity en inglés. Seguro que te resultará muy interesante conocer más acerca de este término que tiene tanta historia y anécdotas que contar.

La serendipia

El origen de esta palabra se remonta en el tiempo al 28 de enero de 1754, cuando Horace Walpole la usó, tomada de un cuento veneciano titulado “Los Tres Príncipes de Serendip”, de Michelle Tramezzino, que se atribuye a los persas, y que está en la Biblioteca Marziana de Venecia.

Los Tres Príncipes de Serendip

En este cuento se relataban las aventuras de tres príncipes, dotados de un poder extraño y sobrenatural. Con este don, podían realizar descubrimientos por accidente, es decir, encontraban algo que no pensaban encontrar o un conocimiento que no deberían haber encontrado en los lugares menos pensados.

La revista Scientific American

El resurgir de la palabra serendipia comenzó con la revista Scientific American, que la utilizó para denominar a los hallazgos o descubrimientos que se habían obtenido de manera casual o azarosa.

La Real Academia Española la define como “Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual”, en su 23ª edición. También incluye la definición de serendipidad como sinónimo y de serendípico como lo perteneciente o relativo a la serendipia.

Momentos históricos

Mientras Calvin, premio Nobel de Química, esperaba a su mujer, tuvo la inspiración necesaria para explicar la fotosíntesis de las plantas.

La molécula del benceno tuvo su origen en un sueño de August Kekulé, que soñó con átomos y moléculas retorciéndose como cadenas que serpenteaban, mientras una se convirtió en una suerte de serpiente Ouroboros que se mordía la cola, que formaba un círculo, y que giraba sobre sí misma a mucha velocidad.

Creo que encontré un uso útil al noventa por ciento de mis sueños raros, raros, raros.

Atención

No confundir tampoco la palabra serendipia como algo que se encuentra por suerte. No tiene nada que ver con el azar en el sentido de probabilidades numéricas o estadísticas. La serendipia encuentra su origen en algo que no debería encontrarse -por lógica- realizando algo que no tiene nada que ver con lo que se estaba buscando.

Conclusión

Mucha gente cree en la serendipia como si fuera magia. En parte lo es, todo parece magia si queda al margen de una explicación lógica que no llega. Ignorance is bliss, que dicen los ingleses, o bendita ignorancia.

Puede que sea una tontería, pero como dijo Ludwig Wittgenstein, “Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias”.