En 1974, Carl Hagenberck, tratante de animales exóticos y precursor de los zoos, ideó una nueva iniciativa. Los zoos en los que se exponían seres humanos, en recreaciones de sus hábitats, aunque tal vez no fuera una idea tan nueva, sabemos que Hipolito Medicci en el S. XVI ya fue precursor de esta idea, exponiendo en su zoo privado moros, tártaros, indios y africanos, para sus solaz y diversión como de animales se trataran.
Uno de los capítulos mas negros de la historia de Europa
No obstante, los zoos humanos concebidos por Herr Carl Hagenberck eran lugares diferentes, bajo el nombre de exposiciones coloniales afloraron por Europa y América.
Las ferias coloniales servían para reafirmar el dominio colonial sobre las colonias y exponer su poderío frente a otras naciones, estas empezaron cuando ya apenas quedaban lugares por descubrir o colonizar, además era un entretenimiento macabro muy del gusto del S.XIX, en el que los aristócratas por morbo recreaban crímenes y visitaban manicomios.
Uno de los mas célebres y tristes casos fue entre mayo y octubre de 1907 en París se expusieron hasta 1.500 nativos de diversos lugares de áfrica en recreaciones de sus poblados, Ya fueran originarios de Madagascar, Túnez, Marruecos, Indochina o Congo, en su mayor parte eran hombres libres que habían sido engañados y todos ellos fueron explotados como los esclavos cafres o los salvajes de circo.
El zoo humano de París, uno de los más visitados
El zoo humano de París recibió hasta 300.000 visitas por año, en estas visitas los parisinos veían a los nativos imitando su realidad africana y se divertían arrojando comida y bagatelas a los Nativos expuestos. No solo París tuvo uno de estos zoos, en Madrid, en el céntrico parque del Retiro, en la casa de ferias, junto a los animales expuestos se expusieron a 43 indígenas filipinos, esto ocurrió en 1887.
No fue hasta 1958 que se cerró el último de estos espectáculos, fue en Bélgica donde se recreó uno de estos espectáculos, reconstruyéndolo pieza por pieza, aunque las críticas sociales produjeron su cierre prematuro.
Esto es una muestra de los muchos espectáculos de esta índole que hubo por todo el hemisferio norte, otro ejemplo de esto serían las Olimpiadas Salvajes, celebradas en 1904 en Misuri, donde nativos de diversa procedencia en estado de esclavitud eran forzados a competir en pruebas atléticas, que tenían como fin demostrar la supremacía física de los caucásicos frente a los nativos.
A esto hay que sumar que varios grandes mercaderes adquirieron los servicios de Nativos para exponerlos, siendo en cierto modo una muy vistosa publicidad, ya fuera basada en su fealdad o su extrañeza. Fueron los cambios sociales de entre 1920 y 1950 los que provocaron el fin de estos zoos y otras practicas semejantes.