Comer y no engordar es el sueño de millones de personas alrededor del mundo, de manera que científicos de varios países del mundo llevan a cabo estudios para dar con la fórmula exacta para lograr la meta. En los Estados Unidos, específicamente en la Universidad de Yale, un grupo de científicos, por “error” detectaron que la manipulación de un par de genes puede detener el incremento del peso corporal.

En primera instancia, el estudio, encabezado por la profesora de cardiología de la Universidad de Yale, Anne Eichmann y el científico Feng Zhang, estaba dirigido a la cría de ratones con obesidad mórbida, quienes seguían una dieta alta en grasa.

Pero durante las investigaciones se dieron cuenta que al manipular dos genes (NRP1 y VEGFR) hubo un cambio en el intestino de los roedores. Dicho cambio, resultó en que los animales dejarán de acumular grasa en sus cuerpos, aunque ingieren una gran cantidad de alimentos poco saludables.

Los científicos intervinieron los genes afectos a los capilares linfáticos de los intestinos, llamados lacteales (encargados de llevar los lípidos al torrente sanguíneo y transformarlos en energía o en grasa). Hasta ese momento, se desconocía si los lacteales tenían algún efecto sobre la pérdida o el aumento de peso. “Creamos un ratón que come grasa, pero no engorda”, aseguró la doctora Anne Eichmann.

Un experimento poco ético

A pesar de que el descubrimiento es una “buena noticia” para muchos, el experimento no podrá aplicarse en seres humanos por considerar poco ético. Aun así, en la actualidad existe un medicamento que tiene el mencionado efecto, el cual está aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU.

Este sirve para el tratamiento del glaucoma, de manera que los investigadores se tomarán la tarea de monitorear a las personas que siguen el mismo.

Enfermedad peligrosa

La obesidad es considerada una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo, sobre todo por seguir una mala alimentación y llevar una vida sedentaria.

Esta podría tener efectos mortales, porque se derivan patologías cardíacas, diabetes tipo 2, entre otras.

Incluso la Organización Mundial de la Salud advierte que una de las principales causas de muerte son las enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, por lo que aconsejan cumplir con una dieta balanceada y practicar por lo menos tres veces a la semana algún tipo de deporte, para evitar la obesidad mórbida.