La mortalidad mundial provocada por olas de calor aumentará entre los años 2031 y 2080, a esta conclusión llegó un estudio elaborado por 39 científicos representando instituciones de 17 países. El artículo publicado en la revista PLOS Medicine, también revela que en España, bajo el peor de los casos, el número de fallecidos por efecto de olas de calor y temperaturas extremas se podría triplicar para ese período.

Este es el primer estudio de su clase que predice a nivel mundial el número de decesos ocasionados por olas de calor en varias regiones, bajo ciertos escenarios relacionados con la emisión de gases con efecto invernadero.

Desarrollaron un modelo que calcula las muertes relacionadas con el calor extremo en 20 países, comparando los períodos 1971-2020 y 2031-2080, con escenarios alternativos de emisión de gases invernadero y la población proyectada para 412 ciudades.

Las zonas más afectadas serían las regiones tropicales, subtropicales, Australia, Europa y EE.UU.

Según el estudio, las zonas más afectadas por las severas olas de calor serían las regiones tropicales y subtropicales, Australia, Europa y EE.UU., en ese orden. Con esto los investigadores intentan colaborar en la planificación de una estrategia dirigida a mitigar y adaptarnos al cambio climático. Insisten en que de no tomarse las medidas pertinentes al caso, en España pueden triplicarse las muertes por olas de calor entre los años 2031 y 2080.

El estudio coincide con la llegada a España de la primera ola de calor de este verano, donde la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) ha emitido un comunicado de alerta principalmente a 30 provincias, donde 7 de ellas serán las más afectadas con temperaturas mayores a los 40º C.

Según Antonio Gasparri, coautor del estudio y representante de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en el siglo pasado las temperaturas extremas provocaron la muerte de miles de personas.

Es probable que el número aumente proporcionalmente al cambio climático. No obstante, en el estudio se demostró que es posible mitigar el impacto de la proyección del efecto invernadero en ambientes que cumplían el Acuerdo de París, agregó Gasparri.

Por su parte, el líder del estudio y representante de la Universidad de Monash, Yuming Gao, afirmó que se debe minimizar el cambio climático y ayudar a las personas a adaptarse a las olas de calor.

Agregó también que estas drásticas temperaturas serán más frecuentes, intensas, duraderas y mortales en el futuro, sobre todo en países tropicales.

El estudio culmina dando seis recomendaciones enmarcadas en los ámbitos: individual, interpersonal, comunitaria, institucional, medioambiental y de política pública, estas deberían ser de especial consideración para los países cercanos a las áreas ecuatorial, subtropical y los que están en vías de desarrollo.

Efectos de un golpe de calor en el cuerpo

Ante el estudio y el aviso de la ola de calor emitido por la AEMET para esta semana, hay que estar atentos para prevenir emergencias. Cuando hace calor, el cuerpo equilibra la carga térmica aumentan la frecuencia cardíaca, con esto envía más sangre a la piel y a las extremidades, lo que produce mayor sudoración, mecanismo natural para bajar la temperatura corporal.

Para enfriarse en una ola de calor se producirá mucho más sudor por mucho más tiempo, teniendo menos cantidad de sangre para el resto de nuestras funciones, por lo que pueden verse afectados, entre otros, el sistema muscular y el cerebro. Esto es muy peligroso si se produce en situaciones extremas.

Síntomas y personas de mayor riesgo riesgo

Si se está expuesto a temperaturas extremas, se podría sufrir un golpe de calor: hipertermia y afectaciones en nuestro sistema nervioso central. Los síntomas que caracterizan esta condición son: fatiga, debilidad, cefalea (dolor de cabeza), náuseas y vómitos, ansiedad, mareos, taquicardia, somnolencia.

Otros síntomas no tan comunes son la ictericia, tensión baja, hemorragias gastrointestinales, hematomas, sangrado en la piel.

En casos extremos puede perderse la conciencia, haber un fallo general en los órganos internos y sobrevenir la muerte. Las personas que están más propensas a sufrir los efectos de una ola de calor son los ancianos, pacientes bajo medicación y las personas expuestas a entornos calientes en extremo, a grandes esfuerzos o actividades físicas.