Tras varias investigaciones, la comunidad científica española ha llegado a una conclusión: el reiki es incapaz de curar, según afirma María Begoña Barragán García. La doctora forma parte del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), y afirma que el uso de esta práctica, se ha vuelto común en España. La especialista enfatiza el nivel de peligrosidad que conlleva, ya que puede influir en que los pacientes abandonen la medicina convencional.

Las declaraciones que tuvieron lugar luego que autoridades del Ministerio de Ciencias español, alertaron sobre el uso de terapias homeopáticas para aliviar Enfermedades físicas reales, como el cáncer o trastornos inmunológicos.

Este tipo de prácticas holísticas abarcan también la acupuntura, aromaterapia o el uso de aceites esenciales, y han cobrado fuerza en los últimos tres años en la comunidad española. Su uso se ha extendido en diversos hospitales de Barcelona, como el Vall d'Hebron, e incluso el Ramón y Cajal de Madrid. La principal alerta de la comunidad médica está relacionada con el abandono de la medicina científica tradicional, a favor del denominado “efecto placebo”.

Reiki: entre el fraude y el conocimiento milenario

El reiki nació en Japón y se popularizó por influencia del monje budista Usui, en el año 1908. Cobró popularidad en los últimos años en Europa, principalmente en España, donde se incrementó su uso como terapia de complemento, y en algunos casos suplantando la medicina tradicional.

Su fundamento principal consiste en el uso de la energía que circula por el cuerpo, y que según esta filosofía, se encuentra en todos los seres vivos. Es considerada como una pseudociencia, debido a que no resiste a la comprobación mediante el método científico.

Un llamado a la sensatez en la comunidad

Diversos institutos autónomos de la salud, como el Colegio Profesional de Fisioterapeutas en la Comunidad de Madrid, observan con preocupación el uso de estas técnicas, por considerarlas ineficaces.

Esta problemática también fue señalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que insta a seguir los lineamientos de la medicina tradicional en casos de enfermedades o dolencias graves, que requieran tratamiento con fármacos o intervenciones quirúrgicas, con atención especializada. Hasta el momento no hay evidencia real de la efectividad de estas prácticas homeopáticas en el cuerpo humano.