El neurobiólogo, Andrés Couve, explica que Penfield mapeó la corteza motora. Para ello, "estimulaba y veía que parte del cuerpo se estimulaba cuando se estimulaba alguna región cerebral". "Es el primero que notó que con cierta actividad cerebral, en ciertas regiones muy particulares, se evocaban recuerdos en pacientes que estaban siendo operados con el cerebro descubierto", aclara el investigador.

"Estimulaba y evocaba un recuerdo en el paciente; a pesar de que no era su estudio eso él lo notó y es la primera evidencia que da una demostración de ganancia de función de que se estimula una región del cerebro muy particular y se evoca un recuerdo muy particular", aclara Couve.

Esto avanzó, significativamente, con el trabajo de Brenda Miller en el caso de Henry Gustav Molaison que se denomina el caso HM. "Esta persona de joven sufrió un accidente y desarrollo un cuadro epiléptico que se hizo intratable y la única solución fue someterlo a cirugía y en la cirugía se le removió el lóbulo temporal medial en ambos hemisferios donde reside el hipocampo", explica Couve.

El investigador apunta que cuando el paciente despertó "no presentaba signos de epilepsia pero no fue capaz de fijar nuevos recuerdos". "No podía fijar recuerdos desde el día de la operación", reitera. Perdió la capacidad de "adquirir, almacenar y recuperar información". Miller le sometió a "una prueba de dibujar una estrella a través de un espejo; sin embargo, él lo repetía día tras día sin acordarse. Miller se dió cuenta que era capaz de aprender a pesar de que no se acordaba de haberla dibujado antes", señala Couve.