La misión Sentinel-3 cuenta ya con dos satélites operativos en órbita, alrededor de la Tierra. Estos días han iniciado una fase de la misión conocida como “tándem”, que consiste en la alineación de sus instrumentos y la comprobación continua de sus datos para verificarla. Es una etapa que durará cuatro meses y que pretende la calibración y adecuación de todos los aparatos de ambos ingenios. La misión se engloba en un ambicioso programa que vigila el desarrollo y las consecuencias del cambio climático a nivel mundial.
El programa Copérnico
Iniciado en 2014, depende de la iniciativa de la Unión Europea (UE), delegada en las actuaciones de la Comisión Europea (CE).
Para el desarrollo y el mantenimiento de las diferentes misiones trabaja la Agencia Espacial Europea (ESA), de la que forma parte España. La finalidad es la obtención, procesamiento y consulta ágil de datos, recolectados desde órbita y desde Tierra, para conocer el estado del medio ambiente a nivel mundial.
Los diferentes satélites que se lanzan recogen información sobre los cambios climáticos que afectan a mar, tierra y aire. Ello puede ayudar a comprender mejor la situación global, adelantar políticas de aprovechamiento y respeto de los recursos naturales, además de ayudar a mejorar la seguridad ciudadana (por ejemplo, en caso de desastres naturales).
El programa se asienta en la creación de una red de satélites con diferentes instrumentos de medición.
Sus datos se complementan con los recogidos sobre la Tierra, desde diferentes puntos y con diversas metodologías.
Los satélites Sentinel y sus cometidos orbitales
Esta semana asistimos a la alineación de dos Sentinel-3. Calibrando su instrumental, la ESA se asegura que captan lo mismo y al mismo tiempo (en líneas generales).
Durante cuatro meses se mantendrán en situación de tándem, separados por unos 223 km, antes de las maniobras que les colocarán en las órbitas operativas definitivas.
Estos satélites forman parte de una familia más amplia. De hecho, se espera complementar su misión con dos nuevos Sentinel-3, según declaraciones de Craig Donlon, oceanógrafo de la ESA.
Y no son más que los hermanos “del medio” del programa Copérnico.
La familia Sentinel al completo se compone de Sentinel-1, dotado de radar, con capacidad operativa tanto de día como de noche; Sentinel-2, con cámara óptica de alta calidad, encargado de fotografiar a alta resolución; Sentinel-3, preparados con altímetro radar, radiómetro y espectrómetro de imágenes, dedicados especialmente a los océanos; y Sentinel-4 y 5, que se centrarán en el estudio atmosférico desde diferentes órbitas.