El aprendizaje en las personas puede verse obstaculizado, si el método que explica el profesor no es el adecuado para que el estudiante pueda aprender dicha asignatura, si a esto sumamos que los maestros no ponen los pies sobre la tierra y ayudan al alumno, incumplen con la tarea de la formación optima de un ser humano.

Además de que el sistema de educación es deplorable – siempre hay personas externas (un tío, un amigo) que fungen como profesores, lo cual es loable, pero no es la solución en la institución – tendemos a echarle la culpa a otro tipo de factores que impiden aprender.

Otros factores pueden ser la economía, o que el alumno no tiene el suficiente apoyo moral, para fomentar su interés en la materia, crearle a cualquier persona que desee aprender, un panorama de expectativas reales, y que pueda alcanzar fácilmente, es un primer paso, para despertar el hambre por el conocimiento. Hay personas que tienen esta cualidad más arraigada y son autodidactas por simple curiosidad de saber.

20 horas de aprendizaje clave

Investigadores concluyeron que las primeras 20 horas, que una persona está en contacto – por primera vez – con una asignatura, son claves, ya que el cerebro muestra estímulos, en disposición de aprender con capacidades de réplica y resolución. Por lo que cualquier aprendizaje se vuelve más provechoso a raíz de estas horas.

Esta marcha enigmática de nuestro cerebro para recabar información y analizarla es sorprendente y las horas iniciales a la representación de la materia, pueden ayudarle a aprender de una forma adecuada y sin trabas. Herman Ebbinghaus – filósofo y psicólogo – creo lo que se llama, la curva del aprendizaje. Donde ambas variables, en eje vertical, representan la asignatura u conocimiento a aprender y el eje horizontal, se refiere al tiempo que se le invierte – en horas – a cada materia.

De esta forma se puede calcular en la trayectoria de tiempo, las horas que se necesitan para aprender cierto conocimiento. Este método se utiliza en la actualidad para determinar el rendimiento dentro de organizaciones u empresas.

Tiempo es igual a perfección

Luego de haber invertido tiempo en aprender, dicho aprendizaje se detiene, aquí entramos en un ciclo de pausa, para perfeccionar los conocimientos que hemos adquirido y en consecuencia baja la productividad.

Es por eso que solemos tardar mucho más tiempo en alcanzar objetivos concretos.

En este momento el cerebro pasa por una fase llamada habituación, que se considera el paso más primitivo, en la adquisición de conocimiento. Con la estimulación reciente, las señales sensitivas y receptivas aumentan en intensidad. Y si hay una repetición a dicha estímulos, el cerebro baja sus niveles de potencia. Para la próxima tomate tú tiempo, no corras y aprovecha la magnificencia de tu cerebro.