En el mundo existen una gran cantidad de Animales y distintas especies, muchas de ellas estamos acostumbrados a verlas ya sea en el zoo, televisión u ordenador y otras las asociamos rápidamente con su familia o género debido a sus características compartidas o usuales.
Sin embargo, existen ciertos animales que son capaces de sorprendernos, ya sea con un simple vistazo como podría ser por ejemplo el topo de nariz estrellada o los dragones de mar, o por sus características y peculiaridades fisiológicas como podría ser el animal del que vamos a hablar, el jerbo de orejas largas.
Conociendo a este animal
El nombre específico del jerbo de orejas largas es Euchoreutes naso, y es un pequeño roedor nocturno el cual pertenece a la familia dipodidae. Este roedor mide entre 70 y 90 milímetros, siendo uno de los mamíferos más pequeños que existen, y posee una cola que varía de 150 milímetros a 162, siendo casi el doble de tamaño que su cuerpo. Otra característica de este animal son sus grandes patas, en comparación a su cuerpo, las cuales son así para permitirle saltar largas distancias. Este animal apenas pesa, su peso máximo es de 38 gramos, siendo su mínimo 24. Su pelo puede ser amarillento o marrón siendo su vientre casi siempre de un tono blanco.
Respecto a su ecología, a diferencia de otros roedores de su género cuya alimentación es herbívora en que estos son estrictamente insectívoros.
La caza de los insectos es muy peculiar, utilizando sus poderosas patas los intentan cazar al vuelo o saltándoles encima para cogerlos desprevenidos. Viven en desiertos de las zonas de Mongolia y China, por lo que estas pequeñas criaturas son capaces de resistir temperaturas cambiantes de -40 grados hasta 40 grados.
Sus llamativas orejas
Las orejas tan largas, hasta dos tercios del cuerpo del jerbo, que le dan nombre tienen también una función muy importante en este animal, sin ellas no podrían habitar en estas zonas tan hostiles. Gracias a ellas la sangre es capaz de enfriarse con más velocidad lo que le permite adaptarse y sobrevivir en lugares dónde el calor llega a ser extremo.
Al ser nocturnos pasan la mayor parte del día en una madriguera, lo que les ayuda a que el Sol no les esté dando directamente, pues podría ser fatal para estas pequeñas criaturas una exposición continuada al mismo. Al estar en condiciones dónde el agua escasea sus heces son secas para ahorrar la mayor cantidad posible de líquidos.
Así pues, este pequeño roedor ha adaptado toda su maquinaria y fisiología para habitar en un clima que rechaza a la mayor parte de la vida, gracias a esto ha obtenido un aspecto peculiar y unas características sorprendentes dignas de ser vistas.