¿Habéis oído hablar de los 21 días?. Leí en un libro de David Servan que si se practica una rutina durante ese periodo de tiempo se convierte en hábito. Por tanto, una prueba empírica servirá para confirmar o desmentir esta afirmación. Se trata pues, de poner en práctica un ejercicio que acabe convertido en un modus vivendi.

Así durante 21 días caminaré una hora por la mañana y una hora por la tarde para conseguir integrar en mi vida esa costumbre tan saludable. Es más, asumo la determinación de superar esa barrera para consolidar el habito durante tres meses más sumados a los días que seriarán para establecer el hábito.

Este espacio virtual será la bitácora en la que relataré día a día la experiencia así como los cambios físicos y psíquicos que experimento; además de las rutas urbanas o rurales por las que desarrollaré esa maravillosa rutina que cambiará mi vida en muchos aspectos pero, especialmente, servirá para incrementar mi estado de bienestar.

El hecho de caminar dos horas, una por la mañana y otra por la tarde, me permitirá empezar el día con energía y acabar la jornada libre de tensiones gracias al ejercicio aeróbico. Esta rutina la acompañaré de un cambio en mis hábitos alimenticios para que, de forma integral, este nuevo reto sea definitivo.

Calzado y auriculares

Para que este reto funcione es imprescindible usar un calzado cómodo que contribuya a que las caminatas sean más livianas.

Os preguntaréis por qué unos auriculares. Sencillo, necesito música y, naturalmente, la radio para que, en unas ocasiones el ritmo y, en otras, la palabra me animen, estimulen y, especialmente, me acompañen en esta aventura.

Sé que habrá un antes y un después tras mis caminatas. El después puedo imaginarlo pero el antes es esencial para que esta prueba empírica adquiera relevancia aunque no sea sustancial dado que será una experiencia personal.

No obstante, si sirve para que alguna persona a través de Internet rompa sus esquemas y decida moverse sentiré que ha merecido la pena hacer pública esta parte de mi vida a través de mis paseos.

Según la RAE, caminar tiene 5 acepciones y, una de ellas, dice que caminar es "andar determinada distancia". Sin embargo, caminar es mucho más que esa definición porque implica un desplazamiento, un viaje, un recorrido o la capacidad de realizar un trayecto. Trayecto que espero convertir en un plural infinito que sea el alma de mis mañanas y mis tardes.