Los científicos sostienen que andar tiene múltiples beneficios para el cuerpo humano y, entre ellos, destacan los que afectan al cerebro. Liberar tensión, mayor capacidad para ordenar ideas o conseguir disipar problemas del día a día son, entre otros, el premio de una buena caminata por el campo o por la ciudad. Sin embargo, al margen de estos aspectos positivos andar es, también, un ejercicio sano para mantener el cerebro activo.

En este sentido, es importante cambiar la ruta de la caminata cada día porque, de esa forma, el cerebro recibe estímulos diferentes y se mantiene alerta.

Un sonido, un olor, un paisaje se conforma como un complejo elemento que atrae todos los sentidos y, por tanto, activa los neurotransmisores del cerebro con diferentes estímulos que se incrementan al romper con la rutina.

El fisioterapeuta, Iñigo Junquera, sostiene que caminar es una de las "cosas más sanas" que un ser humano puede hacer para "sentirse mejor y vivir mejor". Junquera apunta que movilizamos los tejidos. "Si mantenemos los tejidos en movimiento mantendremos los músculos del cuerpo más sueltos", sentencia.

Junqueras, explica, que, además, andar "regula los niveles de azúcar". En esta línea, indica que andar favorece una serie de "procesos fisiológicos que ayudará a que el páncreas funcione mejor, ayudará al hígado y, en general, instaurará un patrón metabólico mucho más saludable".

El fisioterapeuta señala que es todo un "patrón metabólico" que ayuda a la persona a estar "más sana y más delgada. Vamos a movilizar toxinas y deshechos metabólicos. Vamos a ayudar a limpiar. Es como si aprietas una esponja y la sueltas; si está contraída no intercambia los fluidos. Si caminamos ventilamos y limpiamos nuestro cuerpo".

"Todo ello ayudara adelgazar no solo por gastar calorías sino porque instaurará un patrón de mejor funcionamiento del cuerpo", comenta.

Sustancias del bienestar

En esta línea, apunta que andar tiene como consecuencia un "aumento de la secreción de sustancias del bienestar; adrenalina, cortisol, endorfinas. Cuando se hace actividad física "segregamos esas sustancias que nos hacen sencillamente sentirnos mejor.

Caminar nos dará un suave bienestar, probablemente, más saludable que el de correr".Además, habrá una "disminución" de dolores musculares y articulares; muchas veces" las cosas duelen porque segregamos menos adrenalina, cortisol o endorfinas". "Si caminamos levantamos estas sustancias y ayudamos a que estos dolores disminuyan o desaparezcan", afirma el fisioterapeuta.