El próximo 24 de enero de este 2018, la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC), en Santiago de Compostela, entregará dos premios a investigaciones realizadas durante el pasado año. Los campos de trabajo han sido dos distintos, pero ambos con aplicaciones prácticas posibles, que repercutirían en nuestra vida cotidiana. Las aportaciones recaen en el ámbito de los sistemas de refrigeración y en el de la medicina.

Los premios se llaman Premios de Investigación Ernesto Viéitez, como recuerdo a un longevo presidente de la institución gallega. Los premiados son: en categoría absoluta, para un equipo de la Universidad de A Coruña, con un nuevo sistema de refrigeración ecológico; en la categoría de nuevos investigadores (menores de 28 años), por la Universidad de Santiago de Compostela, para María Aymerich y su sistema de formación artificial de arterias.

Apostando por nuevos materiales refrigerantes

Seguramente, pocas veces te has parado a preguntarte cómo funciona un electrodoméstico común, como es el frigorífico. Quizás, aún menos, le has echado un ojo a su parte trasera. De buenas a primeras, mientras cumpla su cometido, no nos metemos con él.

Pues bien, parte de los elementos que componen su sistema de refrigeración son contaminantes y altamente tóxicos. No nos afectan al discurrir en circuitos cerrados y por la pequeña cantidad usada. El caso es que estos elementos nos acompañan en casa (frigorífico), en negocios (cámaras de frío) y en el coche (aire acondicionado).

Y para el medio ambiente pueden suponer un continuo ataque.

La propuesta del equipo de la Universidad de A Coruña es utilizar otros materiales, no contaminantes, pero igual o más efectivos que los actuales. Esos materiales son híbridos que se han conseguido desde hace 20 años hasta la actualidad, así que sus aplicaciones no son todavía muy populares.

En concreto, apuestan por la perovskita de manganeso. Un material que, hasta ahora, se vino usando en placas solares de alta ganancia.

Aportando nuevas técnicas de investigación médica arterial

El otro premio se otorga a una investigadora joven. Sus pesquisas y experimentos han dado lugar a un sistema que combina creatividad, rapidez, funcionalidad y economización a la hora de investigar qué sucede en las arterias cuando el paciente sufre enfermedades tumorales o cardiovasculares.

Sus resultados pueden aplicarse a la investigación in vitro de laboratorio.

El material usado es vidrio y la técnica aplicada es láser. Combinados, el resultado es un modelo fiel de las arterias reales. No solo aporta una metodología novedosa, sino que permite investigar cómo reaccionan las arterias más grandes del cuerpo y realizar modelos personalizados, basados en pacientes distintos.

Su finalidad es saber cómo funcionan las arterias en enfermedades relacionadas con el cáncer y afecciones coronarias. Con estos modelos, su confección sería más rápida y barata, además de ofrecer mejores resultados. Estos se aplicarían a la búsqueda de preventivos y curas a las enfermedades mencionadas.