Soraya Lacaba, licenciada en Biofísica, explica que durante "mucho tiempo" intentó comprender cuáles eran los componentes "biofísicos y bioquímicos" de los chemtrails; sin embargo, se llega a las conclusión de que "son un enigma" porque no se puede entender este fenómeno sin recordar que "estamos fumigando en la tierra desde hace decenas de años". "Lo que pasa en la tierra es un reflejo de lo que está ocurriendo en el cielo",recalca.

Lacaba, que hizo estas declaraciones en el transcurso de la conferencia "Chemtrails un enigma por resolver", sostiene que los chemtrails son una "llamada a la conciencia" porque cualquier enigma es una "llamada a nuestra mente que nos hace reflexionar".

En este sentido, recuerda que desde 1966 los ciudadanos que han sido conscientes de este hecho han acudido a sus políticos y, entre otros foros, al Parlamento Europeo.

El Alto Comisionado de Medio Ambiente de esta institución a petición de los ciudadanos, según explica Lacaba, respondió que "la comisión está al tanto de tales reclamaciones y que esa corriente y fenómeno existe; sin embargo, la comisión no está al tanto de ninguna evidencia que sustente dichas reclamaciones".

En la respuesta se indicaba que "la medida y extensión de los contrails, estelas de condensación que forman los aviones, y la velocidad a la que desparecen están en primer lugar determinadas por la presión, la temperatura, la humedad relativa del aire a una altura determinada".

"Las propiedades de la combustión y del carburante y la deficiencia propulsada que pueden tener determinado impacto, los cambios y variaciones que adoptan las estelas de condensación y que son visibles y se desarrollan en nubes más extensas pueden ser debido a factores de cambio en condiciones metereológicas, en los volúmenes de tráfico, etcétera", según el texto leído por Lacaba.

La bioquímica estima que la respuesta de la Unión Europea no es la correcta. En este sentido, resume que, a juicio, de esta institución se estima que las estelas persistentes "no son estelas químicas sino que son estelas de condensación que se producen por el paso de los aviones". Lacaba, con decepción, señala "y, sencillamente, tenemos que quedarnos con esa respuesta".

Lacaba explica que hay una diferencia clara entre una estela química que, normalmente, se va extendiendo, "retorciendo quedando el cielo completamente cubierto de ese tipo de fumigación. Mientras que una estela de condensación en menos de dos minutos se disipa sin dejar rastro".

La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOA), según Lacaba, explica cuáles son las condiciones físicas en las que se producen los contrails. Así, señalan que los contrails "solo pueden formarse a temperaturas de -2 grados y con unas condiciones de humedad relativa que pueden ser entorno al 70% o más".

"Estas condiciones"- señala la biofísica- "se pueden producir por encima de los 9.000 metros de altura o en algunos lugares del polo donde las temperaturas son muy bajas".

En esta línea, precisa que para la persona que mira desde la tierra al cielo "no tiene forma de llevar un globo sonda y de medir las temperaturas,ni el grado de humedad que se está produciendo por lo que es muy difícil determinar si estas condiciones se cumplen o no".

Sin embargo, Lacaba, sostiene que una estela de condensación "en caso de producirse sería continúa, no presentaría ninguna discontinuidad y eso no se produce siempre; de hecho".

Fumigaciones

"Las fumigaciones contienen sustancias químicas que ya sabemos que tienen efectos negativos para la salud", asegura la biofísica. Cita como ejemplo, una fumigación reconocida en California; Arnold Alois Schwarzenegger en 2008 dio vía libre a la fumigación "sobre núcleos urbanos, concretamente en Monterrey, de unas sustancias que contenían feromonas".

Esas sustancias, aclara Lacaba, se fumigaron, supuestamente, "para combatir la polilla de la manzana". "Miles de personas tuvieron que salir de sus casas porque los efectos de esas fumigaciones eran terribles. Sufrieron picores, escozores. Estas personas se reunieron en plataformas para reclamar daños y perjuicios". Y eso, también son chemtrails; son estelas químicas, denuncia la biofísica.