La interacción entre seres vivos a través de la cual la capacidad de crecimiento, desarrollo y reproducción de un individuo se ve reducida como consecuencia de la presencia de otro, se denomina competencia biológica.
Esta interacción puede darse entre individuos de una misma especie o de especies muy alejadas taxonómicamente la una de la otra, conformando las denominadas como comunidades ecológicas o conjunto de seres vivos que coexisten en un mismo espacio bajo las mismas condiciones ambientales.
La competencia biológica
En este sentido, los animales compiten mediante diferentes comportamientos como la confrontación, la tolerancia o la evitación, decidiendo que camino tomar en función de la capacidad competitiva de sus oponentes en relación con la suya propia.
Aunque no de la misma forma, las Plantas también pueden percibir la presencia de otras plantas competidoras cercanas, por ejemplo, al reducirse la cantidad y calidad de luz solar que les llega porque sus vecinas les hacen sombra.
En esta situación, la planta puede también confrontarse a sus competidoras mediante el alargamiento vertical de su tallo, intentando superar y sombrear a sus vecinas, o aumentando su capacidad fotosintética bajo condiciones de luz limitadas, lo que sería una tolerancia a la competencia. Por otro lado, las plantas también pueden tener una respuesta de evitación de la competencia con otros individuos, creciendo lo más lejos posible de sus vecinas. Entonces, ¿elige una planta su estrategia competitiva?
¿Deciden las plantas?
Para responder a esta pregunta, un grupo de investigadores del Instituto de Evolución y Ecología de la Universidad de Tubinga (Alemania), ha utilizado en sus estudios a la planta conocida comúnmente como pata de gallina (Potentilla reptans), una herbácea que crece mediante estolones, como las fresas.
Gracias a la utilización de plásticos transparentes con bandas verdes que simulaban hojas, los investigadores pudieron imitar la presencia de plantas vecinas competidoras de la herbácea, modificando de forma controlada la altura y densidad de las mismas, y observando las respuestas que se deriva nde estos cambios externos.
Los resultados obtenidos demostraron como Potentilla reptans es capaz de elegir la mejor respuesta competitiva frente a las diferentes situaciones. Por ejemplo, cuando las bandas verdes simulaban poca densidad de plantas cercanas, pero muy frondosas, la herbácea decidía crecer a lo largo para intentar superarlas en altura.
Por otro lado, cuando a estas competidoras, además, se les da altura, la herbácea directamente desiste en su crecimiento vertical e intenta tolerar la sombra aumentando su capacidad de fotosíntesis.
Si las competidoras podían evitarse lateralmente por su baja densidad, entonces la herbácea crecía por el suelo alejándose de ellas.
Por lo tanto, este estudio demuestra la capacidad de toma de decisiones que presentan las plantas y aporta una nueva evidencia de su capacidad para integrar información compleja sobre su entorno y responder de una manera adecuada. “La ciencia que no es divulgada hacia la sociedad es como si no existiera”