Una botella de agua porque entra sed en la calle, una taza de plástico para el café, pajitas en los cócteles, una cabeza de lechuga envuelta en film en el supermercado, el papel laminado de los flyers de discotecas, bolsas para pesar la fruta. Está por todas partes, y cada vez hay más. Casi todo viene envuelto en ello, lleva pegatinas o está hecho de este material, que solucionó muchos problemas en su momento, pero que ahora nos está ahogando.
Imaginad Manhattan, Nueva York. Ahora imaginad a la Gran Manzana hundida en plástico. Es difícil ¿verdad? Es lo que confirma un nuevo estudio, que asegura que la isla podría quedar enterrada en más de tres kilómetros de basura plástica. La producción de este material se ha desorbitado desde la Segunda Guerra Mundial. Entre 1939 y 1945, se generó cuatro veces más plástico del que había hasta la fecha. Desde 1950, hemos producido 9.1 toneladas, y casi toda esa cantidad sigue en la Tierra.
Se está acumulando
El material principal del plástico es el #petróleo, el cual no es biodegradable. Esto se traduce en que como no se descompone de forma natural, se acumula.
Aproximadamente, un 75% acaba en vertederos, en el mar o tirado por alguna parte. Solo se recicla un 9%, y un 12% se incinera, lo cual puede producir la emisión de gases tóxicos. En la Tierra se quedan las cinco toneladas y media restantes.
La isla de basura, una concentración de basura en el Pacífico dos veces el tamaño de Texas o la Mancha de Basura del Atlántico Norte, de menor extensión, pero igual de dañina, son ejemplos reales de donde suele acabar la cantidad ingente de deshechos que producimos. Cientos de especies se ven afectadas por estas grandes acumulaciones, ya que cambia drásticamente su ecosistema. Muchas acaban envenenadas al consumir las partículas de plástico, o porque han visto como su hábitat natural ha sido invadido por deshechos.
Su producción crece sin parar
La mitad del plástico que hay actualmente en el planeta se ha producido en los últimos trece años, y no es sorprendente ya que resulta mucho más barato fabricar nuevo que reciclar el viejo. Reciclar requiere un minucioso trabajo de clasificación y limpieza, además de grandes cantidades de agua y energía. También es directamente proporcional al precio del petróleo, si éste baja, también se reducirán los costes de producción de plástico.
Si seguimos a este nivel, para el año 2050, habrá más plástico que peces en el océano, según un informe publicado por la Asociación Ellen McArthur. Afirman que la cantidad de deshechos generados actualmente, equivale a tirar el contenido de un camión de la basura al mar cada minuto.
Nosotros, como consumidores tenemos la responsabilidad de informarnos y tomar decisiones que no sean perjudiciales para el medio ambiente. El uso de bolsas de tela reusables, llevar una taza de café propia y unos cubiertos son algunas pequeñas cosas que están a nuestro alcance y que evitarían en parte la utilización de los plásticos de un solo uso. Además, nadie quiere tener un vertedero en su salón... ¿Por qué dejamos que haya uno en el planeta?