Hay personas que, quizás sin pretenderlo, acaban cambiando nuestra visión del mundo. Es el caso de la que sin duda puede ser considerada la primatóloga más famosa del mundo: Jane Goodall.
Estos días vuelve a ser noticia por la publicación de unas imágenes tomadas en el Gombe durante sus primeros años de trabajo.
A sus 83 años, Jane Goodall sigue en la brecha, embarcada en la titánica tarea de enseñarnos a todos que debemos cuidar nuestro planeta para que puedan disfrutarlo las generaciones futuras, y que para ello hemos de mantener la diversidad de la vida.
Jane, un documental sobre la vida de Jane Goodall
Jane, es el título de un nuevo documental de National Geographic que repasa su vida, lo hace incorporando filmaciones inéditas hasta la fecha. El documental está dirigido por Brett Morgen (Kurt Cobain: Montaje de Heck - 2015) y cuenta con las banda sonora del compositor Philip Glass. En España podremos verlo esta primavera.
Para hacerlo se han utilizado más de 140 horas de película de 16 mm. que habían permanecido ignoradas en uno de los almacenes de National Geographic durante casi 50 años. La película nos ofrece un retrato íntimo, inédito y profundamente emocional de Jane Goodall, una mujer que consiguió hacer un trabajo novedoso y que revolucionó nuestro conocimiento sobre los Animales.
Cuando Goodall comenzó su trabajo no existía el término “conservacionismo”, aquella joven hermosa de 26 años, que llegó a África empeñada en lograr hacer realidad su sueño de juventud, dejando atrás su trabajo como secretaria, es hoy reconocida a nivel mundial. El documental nos narra su experiencia vital incluyendo elementos épicos de aventura, romance y conexión espiritual.
Una vida entregada a su pasión: los animales
Fue el paleantropólogo Louis Leakey, quien vio en ella (además de una mujer de la que enamorarse, aunque ella no le correspondiera) a la persona indicada para viajar a Tanzania y estudiar a los chimpancés con una visión alejada del sesgo científico. Goodall no había tenido la oportunidad de tener una formación universitaria, "una mente abierta, una pasión por el conocimiento, la paciencia y el amor a los animales” fueron las credenciales que Leake marcó para ella, y no se equivocó.
Con su madre como acompañante, Goodall recuerda como salía de expedición al amanecer y no volvía al campamento hasta la caída de la tarde, en sus libretas tomaba numerosas notas que acompañaba de dibujos. Sabía que su primera misión era ganarse la confianza de los animales. Poco a poco fue conociendo a una familia de chimpancés, y en una práctica considerada poco científica para la época, les puso nombre y describía sus estados de ánimo.
David Greybeard, así llamó al chimpancé, macho alfa, que le ofreció su primer gran descubrimiento, al observar como cogía una rama y la preparaba para extraer hormigas que luego se comía. Hasta entonces se pensaba que el hombre era el único ser que usaba herramientas, desde entonces se ha descubierto que numerosos animales lo hacen.
Es famosa la respuesta de Leake al cable que ella le mandó contándole su descubrimiento “Ahora deberemos redefinir herramienta stop redefinir hombre stop o aceptar a los chimpancés como humanos”. Sin embargo, sus descubrimientos fueron puestos en duda por muchos científicos que despreciaban el trabajo de una mujer sin formación, aunque desataron el entusiasmo de otros como Desmond Morris.
Financiada por National Geographic
Jane Goodall: "Falta entender que los animales tienen personalidad y sentimientos" https://t.co/l7E8jgkB7r
— Wild Balance (@WildBalanceOrg) 2 de diciembre de 2017
Leake consiguió para ella el apoyo financiero de National Geographic, el interés que despertaba esa joven mujer en África ayudó, pero pusieron una condición, enviar un fotógrafo.
Aunque al principio Jane se reveló, se dio cuenta de que su trabajo estaba en juego, así que aceptó.
La historia de Wounda sigue.... ¡Conocela! #WoundasHope @JaneGoodallInst
— Jane Goodall Arg (@JaneGoodallArg) 7 de diciembre de 2017
Podés ayudarnos a que continuemos rescatando chimpancés, como Wounda, haciendo una donación.
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Desde National no querían solo documentos de los chimpancés sino también de la vida de Jane que interesaba al público. Le enviaron al joven cineasta holandés Hugo van Lawick. La química entre ellos pronto se hizo evidente, tras dos años juntos, en 1964 se casan. En 1967 nace Grub (así apodado cariñosamente), el único hijo de Jane, cuyos primeros años transcurren en el Serengueti junto a su madre.
Su matrimonio duró 10 años.
El documental muestra también uno de los momentos más duros por los que Jane pasó en su vida. Dos clanes de chimpancés, surgidos de la fragmentación de uno mayor se enfrentan en una guerra en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania. No se terminó hasta que uno de los bandos fue totalmente exterminado. Imposible no reflexionar sobre el instinto de la guerra.
En el #DiaInternacionalDeLosDerechosHumanos, te dejamos esta #FraseDeJane que nos incita a ser responsables de las acciones que realizamos, para que así cada uno defienda los derechos propios, del prójimo, de los animales y del ambiente. pic.twitter.com/S6sFW6q0Fq
— Jane Goodall Arg (@JaneGoodallArg) 10 de diciembre de 2017
Con la humildad y la sencillez que caracterizan a las grandes personas Jane Goodall nos ilumina sobre el camino a seguir. "Lo hice porque quise, porque lo sentí" dice.