El plástico, un material presente prácticamente en nuestro día a día lo que conlleva un problema grave puesto que:

  • Deriva del petróleo, una fuente no renovable, es decir, se encuentra en la naturaleza en cantidades limitadas.
  • No es degradable, lo que supone que los residuos que genera pueden llegar a acumularse durante cientos de años y muchos acaban siendo desplazados a medios acuáticos, causando daños irreversibles a la flora y fauna.
  • Además algunos de los aditivos que contiene el plástico, como el estireno o el cloruro de vinilo entre otros, resultan tóxicos para la salud del ser humano; se han detectado casos de cáncer, problemas endocrinos, etc.

El reciclaje del plástico es una posible solución, sin embargo no es demasiado sostenible ya que una cantidad importante termina en contendedores en los que es incinerado, desprendiéndose así humos que a su vez también son contaminantes, o en muchas ocasiones los desechos son exportados a países del tercer mundo a modo basurero.

En el mejor de los casos el plástico es reutilizado convirtiéndolo en otros productos, sin embargo no éstos no son reciclables por lo que se volvería al punto de partida.

Ante esta problemática cada uno de nosotros podemos colaborar en la reducción del uso de plástico sustituyéndolo por materiales reciclables tales como el vidrio, acero inoxidable, metal , papel y tela, y por su parte las industrias deberían cooperar disminuyendo los envasados y embalaje de productos.

Otra alternativa son los denominados bioplásticos.

¿Qué diferencia existe entre los plásticos tradicionales y los bioplásticos?

Fundamentalmente es que los segundos proceden de fuentes renovables y son biodegradables, siendo así más comprometidos con el medio ambiente?

Mientras que los plásticos tradicionales son fabricados a partir del petróleo,los bioplásticos proceden de fuentes renovables. Un ejemplo son los polihidroxialcanoatos (PHAs) elaborados a través de procesos de fermentación de microorganismos bacterianos sobre materias primas vegetales (residuos agrícolas, celulosa o almidón), lo que además supone un ahorro de energía.

Los bioplásticos al ser degradados por agentes bacterianos no contaminan; tampoco contienen aditivos peligrosos para la salud y son reciclables, por ejemplo se pueden reutilizar para producir fertilizantes.

Javier Fernández, un científico español de la Universidad de Harvard estudió la estructura química del caparazón de insectos y crustáceos y observó la existencia de una sustancia llamada quitosano.

¿Qué propiedades posee el quitosano?

  • Después de la celulosa vegetal es el elemento orgánico más abundante en la naturaleza, siendo así un recurso económico.
  • Su uso en la producción de plásticos no es contaminante.
  • Es un material mucho más resistente que el plástico convencional.
  • Es biodegradable.

Además su utilización se extiende a otras aplicaciones: en medicina (como anticoagulante, antihemorrágico,..), en la industria textil (como sustituto de la seda), en el sector agrario (como fungicida) , en la industria vinícola (como purificador) y en la alimentaria (para la elaboración de quesos bajos en grasas).

Así mismo, esta opción sostenible implica una reducción de los residuos de los caparazones de estos artrópodos al ser reutilizados para la fabricación de bioplásticos, siendo así es una posible alternativa ecológica y económica.