Los proyectos arquitectónicos futuristas están al orden del día: desde torres kilométricas erigidas en el reino de los cielos a ciudades flotantes pasando por edificios colgados de asteroides. El último, responde ahora a la primera ciudad sumergida bajo el mar.
Ocean Spiral: ¿Realidad o ficción?
Ocean Spiral es el primer proyecto que pretende lograr esta misión (no imposible, pero si muy difícil). Desarrollada por la compañía japonesa Shimizu Corporation en colaboración con la Universidad de Tokyo, esta urbe submarina (que pretenden que empiece a ser construida a partir de la década de 2030, cuando exista la tecnología necesaria para la gesta) consistiría en una colosal esfera de 500 metros de diámetro ubicada dentro del mar.
Según explica contundentemente Hideo Inamura, portavoz de la compañía, "se trata de un objetivo real y factible, no de un sueño". Además, resalta que el proyecto ya está diseñado y presupuestado (26.000 millones de dólares, casi 24.000 millones de euros) y que sólo falta conseguir el capital y "ponerse a construirlo". Una vez comience su edificación, que necesitará la ayuda de impresoras 3D de tamaño industrial, se tardarán tan sólo cinco años en finalizarlo.
El plano central es de más de 200.000 metros cuadrados y contará con una torre de 75 pisos con apartamentos, casas, oficinas, restaurantes, locales, gimnasios, establecimientos de ocio y todos los tipos de facilidades que tienen hoy en día las ciudades terráqueas.
En cada Ocean Spiral (pretenden que haya más de una) podrán residir 5.000 personas.
Adaptación a nuevos medios
Para acceder a esta maravilla arquitectónica habría que ir en barco, ya que la parte superior del edificio y su puerta de acceso estarían en la superficie del mar. Una vez en su "terraza", a la que han nombrado Blue Garden, se descendería a la ciudad a través de una espiral que llegaría hasta el fondo marino y que hace a su vez de ancla, lo que le permite estar fija y no ser arrastrada por las corrientes.
Otra de las preguntas que plantea este proyecto es si será segura esta esfera. Según los creadores del diseño, sí. Incluso más que los edificios actuales. La estructura contaría con una gruesa pared reforzada con placas de acrílico triangulares de 50 metros que la protegería de las inclemencias. Además, Ocean Spiral podría sumergirse para defenderse de terremotos y tsunamis.
Blue Garden ha sido pensada como el centro neurálgico de Ocean Spiral. El ocio, el deporte, la salud, la cultura y los negocios tendrían lugar allí. Los diseñadores del proyecto tienen como objetivo que con este tipo de ciudad aparezca un nuevo lifestyle y que el edificio sea capaz de satisfacer todas las demandas de sus inquilinos, además de ofrecer mejor calidad de vida que la poblaciones situadas en tierra firme. Del mismo modo, se crearían puestos de trabajo relacionados con el océano, entre los que destacarían los sectores del turismo o de las energías.
Ocean Spiral es un proyecto sostenible
No es de extrañar que la idea provenga de uno de los países con más sobrepoblación del planeta, Japón.
Si la tierra está ocupada, ¿por qué no expandirse en el mar? Como todos los nuevos diseños, esta construcción no tendría sentido si no fuera sostenible y por su relativo aislamiento, autosuficiente.
Para la obtención de energía, sus diseñadores han pensado varios métodos. Se podría utilizar la diferencia de temperatura entre la superficie y el lecho marino y transformarla en energía en centrales térmicas. Para ello, un tubo en forma de espiral viajaría desde la esfera hasta las profundidades, donde cogería agua fría que serviría para poner en funcionamiento la central energética.
Del mismo modo, sus impulsores pretenden utilizar unos microorganismos denominados metanógenos que son capaces de convertir el dióxido de carbono, que se produce en este proceso de obtención de energía, en metano y con ello no sólo se deshacen de de la contaminación, sino que también sería una fuente obtención de energía.
En sus cimientos, contaría con maquinaria capaz de extraer los minerales del fondo marino, que además es rico en metales preciosos como la plata y el oro. En cuanto al alimento, aparte de que este tipo de nuevas urbes se situarían en el mar y podrían abastecerse de todos su frutos, en sus dominios existirían piscifactorías y granjas hidropónicas. Estas últimas serían regadas con agua potable producida por desalinizadoras y que también podrían beber los seres humanos.
Sin duda, Ocean Spiral es un proyecto que todavía tiene que investigarse profundamente, desde el punto de vista arquitectónico al psicológico. ¿Podría desprenderse del fondo marino y ser arrastrada por el mar como un balón de playa?
¿No les agobiaría a sus inquilinos vivir enclaustrados en una pelota de paredes cristalinas en medio del océano? Son muchas las preguntas que surgen al ver este diseño, pero lo que está claro es que sería una maravilla verlo hecho realidad.