El estudio constante de la ciencia y la tecnología nos sorprende casi a diario con distintos descubrimientos que afectan a cuestiones cotidianas pero también hay noticias que dan una idea de lo impresionante que puede ser el futuro y lo lejos que el ser humano es capaz de llegar.
La sonda espacial Voyager 1 es uno de esos elementos que hacen soñar con un futuro muy distinto ya que, desde su creación y lanzamiento hace ya 39 años hasta hoy, no ha dejado de aportar información muy valiosa para la ciencia y para el conocimiento de nuestro universo.
Una misión superada
Esta sonda fue lanzada al espacio el 5 de septiembre de 1977 con la misión de alcanzar Júpiter y Saturno, estudiarlos y aportar información sobre sus satélites. Así fue y la Voyager 1 cumplió con su cometido entre los años 79 y 80 para, posteriormente, continuar su viaje superando con mucho los límites de vida esperado por sus creadores.
Será ya en el año 2012 cuando la NASA confirme que la sonda ha alcanzado la zona conocida como heliopausa y que se puede entender como el límite de la influencia del sol donde las partículas procedentes del espacio interestelar crean una frontera natural con aquellas procedentes del interior del sistema solar.
Pero la Voyager 1 no confirma su salida de nuestro sistema hasta dos años después cuando, en 2014, envía datos en los que se observa un drástico descenso de las partículas solares y un notable aumento de las que provienen del espacio exterior.
De este modo, esta pequeña sonda con la gran misión de conocer mejor dos grandes planetas de nuestra casa espacial, se adentra en el sistema interestelar desconocido y profundo para convertirse en el primer elemento de fabricación humana capaz de salir del sistema solar.
Toda una vida por delante
Tras sobrepasar su vida prevista y multiplicar la información que se le pidió en el inicio de su exploración, la Voyager 1 aún tiene capacidad para comunicarse con la tierra hasta el año 2025 según los cálculos de los expertos. Tras ese periodo en el que podremos obtener información de una región absolutamente inexplorada, la sonda continuará su exploración manteniendo el misterio sobre sus descubrimientos.