La manzana siempre ha sido sinónimo de salud, su alto contenido en fibra y en vitamina C la han hecho recomendable en cualquier dieta equilibrada. Sin embargo, la manzana también tiene una gran presencia en la literatura, la religión, la mitología y en la ciencia. La primera manzana que escuchamos fue la del paraíso, según la Biblia, esta fruta fue la responsable de la expulsión de Adan y Eva del paraíso y del maldito pecado original. Otra manzana que dio mucho de que hablar fue la de la discordia, la disputa entre tres Diosas (Hera, Afrodita y Atenea) por la preciada manzana condujo a la Guerra de Toya, de acuerdo a la Mitología Griega.

Otras manzanas famosas serían la de Blancanieves, que gracias al amor verdadero, no acabó tan mal como se preveía y la manzana de Newton que dio lugar a una de las leyes físicas más notables, la ley de la gravedad.

Ahora aparece una nueva clase de manzana, las manzanas transgénicas. Hace unos días el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha aprobado para su consumo dos variedades de manzanas, denominadas Arctic Golden y Arctic Granny. Estas manzanas tienen la propiedad de no oscurecerse o pardease una vez cortadas y con ello se abre una amplia gama de productos en el mercado derivados de ellas como manzanas cortadas, zumos de manzana mucho más claritos, compotas con mejor apariencia, etcétera.

Según los informes manejados por la USDA, no habría ninguna diferencia entre estas manzanas transgénicas y las naturales en cuanto a sus propiedades organolépticas y a sus componentes como vitaminas y otros.

La responsable del pardeamiento u oxidación de los alimentos es la presencia en ellos de una enzima denominada polifenol oxidasa (PPO).

Para la generación de estas manzanas transgénicas los científicos han modificado el genoma de la manzana eliminando la producción de esta enzima. Por lo tanto, esta nueva manzana se ha etiquetado por la USDA como un organismo genéticamente modificado o GMO (del inglés, Genetically Modified Organisms). La ausencia de PPO impide la oxidación de los compuestos fenólicos de la manzana y es capaz de evitar el pardeamiento de estas durante más de diez días.

Una gran ventaja en comparación con las manzanas normales, en las que la oxidación aparece en cuestión de minutos.

Nada más conocerse la noticia de la aprobación de estas manzanas para el consumo humano, varios grupos ecologistas y ambientales, férreos detractores de los GMO, han puesto el grito en el aire. Según estos grupos se necesitan muchas más pruebas sobre la seguridad alimentaria de estos alimentos antes de ponerlos a disposición de los consumidores. A la asociación de productores de manzanas de los Estados Unidos (la U.S. Apple Association) tampoco le ha hecho mucha gracia, ya que piensan que puede desprestigiar a la manzana estadounidense en el resto de los países importadores.

Sea como sea, el tema de los GMO es un aspecto polémico.

Aunque los defensores de esta nueva manzana de la discordia argumentan que esta mantendrá mayores niveles de vitamina C (que se destruye al oxidarse la fruta), los enemigos de los GMO argumentan que es imposible de saber cómo estos cambios genéticos pueden modificar los componentes de la manzana hasta hacerlos poco aconsejables para la salud. Pues bien a partir de ahora veremos cómo termina esta nueva historia de una Manzana.