Dime si, como mujer, no has entrado alguna vez en rebeldía, frente a la prescripción de tratamientos médicos que condicionan el funcionamiento natural de tu biología reproductora. A lo peor, te has dejado llevar, por cobardía, desconocimiento o, porque tal vez consideres la medicina como una especie de religión incuestionable. Entiendo que, una estratégica mediatización, perfectamente urdida por políticas opresoras, ni siquiera te haya permitido cuestionarte que, eres tú la que manda. Tan sólo nosotros debemos decidir porque de lo contrario, nuestro importante y natural rol biológico, está en peligro.

Una medicina, "redentora" e invasiva, está consiguiendo que nuestro potencial biológico se vea alarmantemente, mermado. Las cifras no mienten en cuanto a la infinidad de "reproducciones asistidas" y cesáreas que, como consecuencia, incapacitan para amamantar. Para no hablar, del descenso de la población mundial en la última década y que es reconocido por la OMS ya en el año 2008. El documento es perfectamente constatable con cifras detalladas que no tendrían cabida en este breve artículo.

Las tácticas mediáticas y propagandísticas, son diferentes, dependiendo de las regiones del planeta. Las salvajes campañas llevadas a cabo en países emergentes, ponen los pelos de punta. Esterilización a cambio de gallinas o cerdos.

Millones de mujeres, en estos lugares, se ven obligadas a aceptar el trueque porque el hambre no perdona. Pero, ¿qué ocurre con la manipulación de nuestra biología en esta área de la medicina, en países considerados ricos?

La menopausia, ese proceso tan desaprensivamente estigmatizado y castigado por la medicina que, en su afán por enmendarle la plana a la naturaleza, se empeña en administrar toda una serie de medicamentos a fin de mitigar los síntomas de un proceso, completamente normal y necesario.

Señores médicos, la menopausia no es un síntoma de psicopatía.

Son más de 8 mil mujeres españolas las que sufren las secuelas de un medicamento, afortunadamente retirado en nuestro país, pero que continúa distribuyéndose con descaro en otros. La asociación "Agrea-Luchadoras declara que estas mujeres, sufren de manera irreversible, graves problemas a nivel neurológico y psiquiátrico.

"Argeal", este medicamento, con un potente principio activo (veralipride) correspondiente a los "antipsicóticos" salió de los laboratorios de Sanofi Aventis y fue comercializado con el fin de "aliviar los sofocos en el periodo menopáusico". Resultó peligroso, a la vez que inútil. La lista de secuelas que ha dejado a su paso, causan escalofrío. Desde graves problemas neurológicos, trastornos vesiculares, jaquecas, alteraciones en el funcionamiento cardíaco y un largo etcétera que ocuparía media página más.

Lo peor de todo, es que, todos aquellos profesionales de la medicina, comprometidos con su más sagrada misión, son silenciados y boicoteados sin ningún pudor. Nuevos tratamientos, probadamente efectivos en casos de cáncer, tumores, ébola, sida, lesiones medulares, por nombrar algunos, se ocultan a sabiendas mientras millones de personas mueren o viven en un constante sufrimiento.

De cualquier modo, por nuestro bien, conviene echarle un largo y profundo vistazo a la práctica de esta Ciencia, si no queremos caer en las garras de una medicina desaprensiva pero, eso sí, multimillonaria y más que poderosa, al servicio de, vaya usted a saber, qué intereses.