Confieso ser una profana en cuanto a términos y, a los más elementales conceptos médicos, pero intentaré, al menos, ponerte en alerta, de un modo sencillo y casi coloquial, porque peligran nuestra integridad física, derechos y dignidad.
Pues sí. Parece ser que existe un remedio para la cura del ébola. El tratamiento, a base de ozono que, en estos días, intentaron llevar a cabo en Sierra Leona, con afectados y trabajadores de la salud, no llegó a realizarse porque, una vez más, las multinacionales permanecen al acecho, resguardando muy bien una incalculable fortuna, a costa de millones de muertes.
Los doctores Robert Rowen y Howard Robbins, médicos estadounidenses y especialistas en tratamiento oxidativo, viajaron recientemente a Sierra Leona con el fin de aplicar una terapia a base de ozono, aplicado directamente en las venas. Estos especialistas, previo consentimiento del gobierno del país, habían mostrado el uso del tratamiento, tanto al personal sanitario como a varios médicos que comprobaron in situ, la efectividad del mismo. Pero tuvieron que volver a su país como habían llegado, porque, con las multinacionales farmacéuticas hemos topado, amigo Sancho. Salud es igual a: élite y minorías.
¿En qué consiste esta boicoteada terapia? Pues según Rowen, se trata de aplicar rayos ultravioleta y una elevada dosis de vitamina C, que anula, verdaderamente, los virus.
Basándonos en el histórico de este experto, creo que la opinión pública debe conocer el alto porcentaje de resultados sorprendentes de este tratamiento que, según Rowen, se gana la palma por hallarse muy por encima de otras terapias aplicadas. Rowen afirma, además, que la ozonoterapia resulta poderosamente efectiva en dolencias cardíacas, degenerativas e inmunes.
La versatilidad del ozono permite que sea aplicado por diferentes vías. Una de ellas consistiría en la aplicación rectal, aconseja Rowen, y en el propio hogar, si tiene la ocasión de conseguir la máquina purificadora de agua. Sea cual fuere el medio por el que se aplique, deja inactivos los virus y evita infecciones, ya que el óxigeno regula el flujo sanguíneo así como la "respiración mitocondrial", de este modo, aporta una gran vitalidad a las células, amén de carecer de cualquier tipo de toxicidad.
No solo puede curar, sino también prevenir. Imposible enumerar, en un espacio tan pequeño, todos y cada uno de los beneficios del ozono. Pero, bicheando por las redes, podrás ampliar tan importante información, que a todos nos interesa conocer, a pesar de que "las mafias de las farmacéuticas", traten de impedirlo. De la OMS, hablaremos otro día.