Según un estudio publicado por los doctores Walter Pierpaoli, doctor en medicina y filosofía, y William Regelson, profesor de medicina en la Universidad de Commonwealth, Virgina, con la colaboración de Carol Colman, periodista especializada en temas médicos, la melatonina, una hormona natural de nuestro organismo, producida por la glándula pineal, funciona como un reloj del envejecimiento, el que pese a la edad biológica, es posible reajustar para vivir más tiempo y disfrutar de una mejor calidad de vida.

El trabajo científico apunta a reajustar nuestros niveles naturales de melatonina (los óptimos los produce el organismo entre los 20 y los 30 años, y van descendiendo a partir de los 40 o 45 años), razón por la cual recomiendan los doctores "reajustar" nuestros relojes biológicos mediante la ingesta controlada de melatonina, una hormona natural que no produce adicción, de la cual se ha descubierto que refuerza el sistema inmunitario y aumenta las defensas contra virus y enfermedades oportunistas que suelen aparecer en edades avanzadas.

Además de estos factores también han sido investigados los alcances de la melatonina como regulador natural del proceso del sueño y se ha comprobado que es un antídoto muy eficaz para el insomnio y los trastornos ocasionales del sueño, convirtiéndose en un aliado natural que nos ayuda a conciliar el sueño y permitir al cuerpo realizar eficazmente las funciones biológicas que se producen durante el descanso nocturno para recuperar y "reciclar" energías.

Con respecto al estrés, uno de los problemas más graves de nuestra sociedad actual que repercute dramáticamente sobre la salud de las personas, sobre todo de las de mayor edad que no cuentan con las defensas necesarias para contrarrestarlo, también se ha comprobado que la melatonina, al reforzar el sistema inmunitario, restaura los patrones normales del sueño cuando está alterado, permitiendo un descanso natural, y reduciendo de manera muy eficaz el estrés.

En un lenguaje más científico los autores de este estudio afirman que la melatonina, al reforzar las defensas naturales del organismo y actuar como antioxidante, controla la liberación de "corticosteroides" y otras sustancias nocivas para el organismo que no solo colaboran al incremento del estrés neurótico, o emocional, sino que también pueden resultar cancerígenas.

Por ejemplo, también la melatonina colabora a bajar la presión arterial y mantenerla en un nivel estable, lo que normaliza el nivel de colesterol en la sangre.

Por último, entre muchas otras propiedades que se han investigado en este trabajo sobre la melatonina, se menciona que al aumentar la cantidad de melatonina que teníamos en nuestra juventud, podemos conseguir un aumento natural de la libido, sin recurrir a medicamentos tóxicos, por lo tanto de un incremento también de nuestra actividad sexual, lo cual es muy beneficioso para la salud psíquica y mental.

La investigación original ha sido publicada por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y en el año 1995 un resumen de esta investigación se ha publicado en forma de libro bajo el título "El milagro de la melatonina", de fácil lectura y muy recomendable.