Sheila Cremaschi, directora del Hay Festival Segovia, lo plantea como una “plataforma democrática” en la que múltiples pensadores aportan sus ideas desde diferentes puntos de vista. Mantiene que es importante “aportar claves para que la gente entienda la complejidad del mundo en el que vivimos”, unas claves que deben servir para que se siga escribiendo de los temas que allí se tratan.

Temas tan variados como las ciudades y su evolución en el pasado y en el futuro, afrontar retos como la inmigración. Sobre la migración habló, en el cierre del Hay Festival Segovia, la artista de origen colombiano Doris Salcedo (Bogotá, 1958), que en el año 2010 recibió el Premio Velázquez de las Artes Plásticas.

Doris mantiene que su relación con el espectador de su obra no es la de obligarle sino “invitarle a mirar” una realidad incómoda que habla de las desigualdades sangrantes en la sociedad de hoy en día. Y lo hace a través de una especie de oración fúnebre, en la que pretende a través de la poética del duelo, despertar un llanto colectivo que nos lleve al cambio. Su obra “Palimpsesto” habla sobre los migrantes anónimos que pierden su vida en las aguas del Mediterráneo. Podrá verse en el suelo del Palacio de Cristal, en el Parque del Retiro de Madrid a partir del próximo 5 de octubre.

Imaginar el mundo es la labor de los arquitectos que crean los edificios que conforman nuestras ciudades, afrontar los problemas de seguridad actuales, es otra de las cuestiones tratadas en el Hay Festival Segovia.

El arquitecto Richard Rogers, que diseñó en los años 70 del siglo pasado el Centro Pompidou de París, mantiene que el problema del terrorismo no es algo nuevo, en esos años un grupo ultraderechista contrario a la independencia de Argelia atentaba en Francia.

Deyan Sudjic, arquitecto, ensayista y director del Museo de Diseño de Londres, cree que es una cuestión que debe abordarse de manera racional, “no dejemos ganar a los terroristas dedicándoles mucho tiempo dice”.

Y nos recuerda la historia, desde los atentados anarquistas en Rusia y España en el S. XIX, a los del Ira en Londres. Mantiene que la gente busca lugares donde encontrarse y que le preocupa mucho más la pérdida de libertad derivada dela tecnología digital.

Bebedetta Taglibue, que ha trabajado en Barcelona en el Mercado de Santa Caterina, en el Parque Diagonal Mar o en la Sede de Gas Fenosa, dice que hay que tener presente la seguridad y buscar soluciones como bolardos que no se noten, pero sin renunciar a la esencia de los edificios que conforman las ciudades.