Si uno se pone a intentar recordar las películas que más le gustaron sobre los Reyes Magos, o en las que ellos aparezcan, el resultado será bastante llamativo: apenas hay títulos en los que podamos encontrarlos. La tradición de la celebración de los Reyes Magos se encuentra dentro de la Pascua cristiana, ya que lo que se conmemora es la visita de aquellos que acudieron a adorar, y a llevarle regalos, al recién nacido Jesús de Nazaret. En los Evangelios no se citan sus nombres, ni se dice que fueran magos ni reyes, estos datos forman parte de la cultura popular, que los añadió posteriormente.

Es decir, es una tradición mucho más española que norteamericana, donde esta fiesta no se celebra, ni apenas conocen, la figura de los Reyes Magos, y por lo tanto, el Cine americano no ha rodado películas con ellos y en España apenas las hay, la memoria no alcanza a recordar demasiadas, en las que ellos tengan papeles relevantes o sean apenas citados. Está el caso de Noche de Reyes, con Elsa Pataky y Kiti Mánver como estrellas en su reparto, que no tuvo el éxito esperado, allá por el año 2001 en que se estrenó, una producción posterior, del 2003, titulada Los Reyes Magos, en versión de cine de animación con las voces de José Coronado, Juan Echanove e Imanol Arias, dirigida por Antonio Navarro, asistente en algunas cintas de Walt Disney como Hércules o El emperador y sus locuras, y unas cuantas tv movies, entre ellas La noche guay de los Reyes Magos, con el entrañable Miliki de protagonista.

También una película mexicana de animación, Los 3 Reyes Magos, recoge los conocidos eventos en una producción de 1976, pero pocas más lo hacen. Escasos ejemplos en la pequeña o la gran pantalla de la representación de tan señaladas figuras, que en comparación con Papá Noel es todavía más llamativo. El Santa Claus norteamericano sí tiene innumerables títulos con los que las televisiones nos amenizan las fiestas, películas que, una vez más no son españolas. En España hay más tradición de rodar publicidad con todos ellos, aunque tampoco es un porcentaje tan elevado como cabría pensar.