Las respuestas diplomáticas de los rusos ante las acusaciones norteamericanas de un supuesto hackeo a las Elecciones en EEUU al momento van adquiriendo un tono cada vez más irónico rayando en lo risible. La compostura diplomática se ha perdido y se escucha un lenguaje coloquial, eso sí, no se llega al insulto pero sí al tono burlesco.

Mezclado en esta colada acusatoria aparece también el recientemente electo Presidente de Estados Unidos Donald Trump, defendiendo a los rusos y llamando hasta estúpidos a los que no crean que son buenas las relaciones entre EEUU y Rusia.

La portavoz de la Cancillería rusa María Zakharova; en cambio ha desatado con su tuit viral una oleada de carcajadas al respecto de que los rusos estarían o estuvieron interesados no en hackear la elección de EEUU, sino que dijo en su página del Facebook "Me parece que si los 'hackers' rusos hubieran 'hackeado' en EE.UU. serían dos cosas: el cerebro de Obama y, por supuesto, el mismo informe sobre los 'hackers' rusos".Los moscovitas estarían muy cansados de la repetida acusación de hackeo e injerencia de las pasadas elecciones donde el actual gobierno Demócrata de Obama perdió ante el candidato republicano.

Dimitri Peskov otro portavoz ruso del Ministerio de Exteriores, en referencia a este mismo tema, se refiere como a "caza de brujas" y "provocan cansancio".

Desde su punto de vista, los rusos afirman que estas acusaciones son infundadas y que han cursado sin apoyarse en pruebas, y que suenan de forma "amateur y emocional", se refirió asimismo a los servicios secretos y que estos tienen que ser de muy alto nivel y sobre todo responsables. En cambio el presidente Obama duda muy poco de la injerencia rusa en las elecciones de su país, aparte de esto en últimas declaraciones se ha declarado culpable sin serlo de la derrota electoral que llevó al poder al candidato Donald Trump.

Los rusos nunca admitirán que tuvieron participación en los hackeos e injerencia a los miembros del partido demócrata, y tal como están las cosas, dudamos también que los norteamericanos presenten las respectivas pruebas no circunstanciales sino contundentes, Al respecto las agencias de inteligencia norteamericana están perdiendo prestigio ya que deben sostener la palabra de su gobierno.