Turquía no deja de ser noticia. Y es que hasta hace nada, era la futura niña mimada de Europa y la linda de Asia. Turquía, ese país increíble y sorprendente que ahora sufre en sus carnes el terror. ¿Por qué no acogió la Unión Europea a Turquía?

¿Más Musulmanes en Europa?

Uno de los argumentos en contra de la entrada de Turquía en la Unión Europea estaba basado en las diferencias religioso-culturales. La inmaculada y aria Europa tenía miedo de introducir a 70 millones de musulmanes, sin tener en cuenta las propias diferencias que existen entre los Estados Miembros protestantes, católicos, ortodoxos; cuando la propia Turquía era un país laico a diferencia de muchos ya europeos.

Hubiéramos tenido entre nuestras futuras a una población de vibrante vida y cultura, además de gran potencial (Constantinopla, el origen del Cristianismo Ortodoxo es la actual Estambul). Acusar las diferencias culturales, cuando Turquía es más parecido a España por su carácter Mediterráneo que Bulgaria, es bastante… ridículo.

¿Una Democracia a medio desarrollo y con poder?

Otra discusión era el sistema político actual de Turquía. Antes del terror, Turquía era una democracia vibrante que si hubiera estado protegida y blindada por la UE en vez de haber retrocedido sólo habría avanzado. Criticaban que no hubiera reconocido el genocidio Armenio cuando solo 11 países de los 28 miembros lo reconocían.

Criticaban el poco desarrollo de la democracia Turca cuando Rumanía y Bulgaria entraron a medio construir y ni siquiera cumplían los requisitos de admisión.

Se trataba de discutir que si Turquía entrase tendría mucho poder en la toma de decisiones al ser uno de los estados con más población, y bloquearía la toma de decisiones.

Eso es una falacia. Necesitaría al menos otros dos países para bloquear de lleno una decisión, y queda claro que inclusive entre los propios estados miembros hay apenas disposición de colaboración.

Un país caro de mantener...

Claro que sí, otra excusa, la economía, puesto que no era tan fuerte como las centro-europeas. De acuerdo con datos del 2014 del Banco Mundial, era la 17 economía del mundo y miembro del G-20, que hizo reformas muy duras y transversales para poder entrar en la UE, creando más de 6 millones de puesto de trabajo.

Su crecimiento durante el 2014 fue mucho más alto que muchos países Europeos y las únicas ciudades que tienen más billonarios que Estambul son Londres, Moscú y Nueva York.

Ahora en medio de una de las peores oleadas de terrorismo que han sacudido jamás, Turquía sí que ve debilitado su Estado de Derecho, su economía y su potencial. En vez de haber sido acogida entre los brazos de esta Europa que se cree moralmente superior, se aprovecharon de que reformó a su gusto pero seguía siendo el país barato al que los alemanes y austriacos iban de vacaciones. Crisis migratoria, Terrorismo... Pero Turquía era un país cuya raigambre histórica fue fundamental para construir Europa, es un país con muchísimos recursos humanos y naturales, y que además tiene mucho que enseñar sobre la convivencia de religión, cultura y laicismo. Excusas... así nos fue.