Hoy hace 220 años nacía en un suburbio de Viena, Franz P. Schubert. Este gran genio que vivió a la sombra de Beethoven y murió cuando su éxito despegaba con solo 31 años, fue probablemente el primer compositor romántico tanto por su estilo de vida, como su concepción del arte, y fue el gran precursor de lo que hoy en día conocemos como canciones, componiendo más de 600 lieder, entre las más de 1000 obras de su vida. En un año, a la tierna edad de 18, compuso más de 145 obras. Y es que, la Historia de la Música está en deuda con este gran genio.

Sin dinero

Pero a pesar de las complicaciones económicas de su familia, destacó en el violín, piano forte y en el canto. Pudo ser alumno del gran Salieri y sus propios profesores y mentores quedaron sorprendidos de su gran genio: "no podía enseñarle nada más", decía Michael Hölzer. Así que aunque fue un gran genio, la suerte no le acompañó ni en el plano sentimental, ni en el económico, aunque sí en el social.

Para entender la vida de Schubert hay que tener en cuenta que viviría de sus propias obras, aunque precariamente, y bajo la protección (sincera) de sus amigos, como el gran barítono Johann Michael Vögl, Schober... También se dedicaría a la enseñanza de la música y sería profesor de las hijas de los Condes Esterházy en Hungría, aunque su dependencia con la ciudad de Viena le hizo volver.

Vivió como un Romántico y así era

Aunque hay opiniones en contra, Schubert es el primer músico del Romanticismo plenamente. Que su estilo evolucione de las formas clásicas hacia un estilo del Romanticismo del siglo XIX pleno, no significa que no sea un compositor Romántico. Sus composiciones se vieron muy influenciadas por sus enfermedades, sus estados de ánimo, el contexto histórico y el arte.

Muchas interpretadas (y algunas incluso compuestas) durante las célebres "Schubertiadas": veladas en las que la burguesía y la sociedad artística de Viena se reunían y cantaban, bebían vino, fumaban opio y trataban temas trascendentales.

Nunca se casó pero sí se enamoró aunque no fue correspondido, y contrajo la gran enfermedad del siglo: el sífilis.

Su vida cumplió con el paradigma del artista: trabajo duro, composición en las horas de noche, fiestas, amigos, política, filosofía, espíritu nacional, poesía, vino, erotismo y excesos, en los vicios. Schubert rompe con la figura del compositor contratado al compositor "freelance", que presentaba los libretos de sus óperas e incluso se asociaba para escribirlas (como "Alfonso und Estrella", cuyo libreto fue escrito por su amigo Schober). Aparte del Conde Esterházy, no trabajaría para la realeza, y su producción musical sería más libre incluso a pesar del oscuro contexto histórico de la censura austriaca.

El lieder

Aunque hubo predecesores en la historia del lieder, Schubert fue un novedoso. Era un género ya existente, pero el compositor tomaba el poema, lo leía y según lo que le inspirase, le daba forma con sus notas.

En el lieder sobre el fragmento del Fausto de Goethe, "Gretchen am Spinnrade", las notas producen el efecto sonoro de la rueca girando, y así es el movimiento que el pianista hace en el teclado. Muchos de ellos son coros, o canciones más largas a las habituales con estructura de introducción, estrofa y estribillo. Muchas eran muy populares y se cantaban y repetían en las "Schubertiadas" o en representaciones.

Así, su famoso "Ave María", es en realidad Ellens Gesang III. Los lieder eran populares, eran poemas u obras de la actualidad de la época, los oyentes se identificaban con ellas, como ocurre hoy en día con la canción. Aunque otros grandes compositores escribieron lieders al mismo tiempo (como C.Loewe), nadie fue como Schubert, y así los compositores posteriores se lo agradecen.

Schubert fue un genio, poco reconocido, pero la historia se arrepintió de no haberle escuchado aunque este arrepentimiento llego tarde, por su temprana muerte.