Sin duda alguna el Big Ben y el Parlamento son dos iconos de Londres que no se pueden dejar de conocer cuando se visita Inglaterra, pero la capital británica está llena de centenares de rincones mágicos listos para ser explorados. Uno de ellos, la red de canales del río Támesis.

¿Qué visitar en la red de canales londinenses?

Esta red acuática, de unos 160 kilómetros de longitud, ofrece un sinfín de posibilidades en pleno apogeo. La llamada “pequeña Venecia” y el canal Regent al norte de Londres, es una de las áreas de los canales londinenses más conocidas por los turistas por sus buses acuáticos y paseos en bote en los que se puede llegar hasta el zoológico.

Sin embargo, los tesoros flotantes de Londres van más allá.

Este verano, por ejemplo Londres abrió un “Mercado Flotante” en el canal del Gran Union en Paddington Central en donde dueños de las barcazas le abrieron sus puertas a vendedores locales que ofrecían desde pan fresco hasta flores, frutas, vegetales, queso, charcutería, artesanías y diseños originales.

Es que los canales londinenses están en pleno apogeo y la lista de opciones para explorar sigue creciendo. Por ejemplo, si lo que se busca es comer, entonces el London Shell Co, en Sheldon Square cerca a Paddington, ofrece almuerzo en bote estático durante la semana o uno navegante los fines de semana, con menús a la carta o sets de 5 platillos respectivamente.

Música, libros y mucho más

Para los amantes de la música, la tienda de discos flotante: The record Deck UK es oro puro. Encontrar este bote es parte de la diversión pues está siempre en movimiento, así que para descubrir su siguiente parada los melómanos deben seguir su cuenta de Twitter.

The Word on Water es otra de esas gemas flotantes ubicado en Granary Square, al norte de Londres, en donde se puede conseguir una fantástica colección de libros de literatura y cuentos infantiles.

Además, es el sitio perfecto para disfrutar de artistas tocando música en vivo desde una pequeña tarima en la cubierta del bote.

Barberías, cafés, heladerías y hasta galerías flotantes son otras de los tesoros escondidos en la red de canales del río Támesis que conectan a todo el país por la vía acuática.

Saber quién está detrás de estas iniciativas es bastante fácil pues en la mayoría de los casos los dueños de los negocios flotantes son los mismos residentes de las barcazas, con lo que la embarcación se convierte en su vivienda y fuente de ingreso.

¿Vivirías en una casa flotante?

Actualmente más de 15 mil personas en Reino Unido viven en casas botes pues es una alternativa al alto costo de las propiedades, especialmente en la capital.

Londres se disputa el primer lugar con Hong Kong y Mónaco como una de las ciudades más costosa para adquirir viviendas (siendo el valor promedio por encima de los €600,000), por lo que para muchos londinenses una casa flotante es la manera más accesible de tener su techo propio.

El valor de una vivienda sobre el río puede costar desde €20,000, en contraste con las cifras astronómicas de viviendas en tierra firme, por lo que muchos deciden huir del alto costo de las rentas para hacer del río Támesis su patio trasero.

Renunciar al lujo: no es una opción

Si bien para muchos cambiar tierra firme por el agua a la hora de escoger una vivienda significa adaptarse a espacios reducidos, buscar energía alternativa y opciones ecológicas para el baño, para quienes no están dispuestos a renunciar al lujo pero desean vivir en el río el mercado inmobiliario también tiene opciones.

"Penelope", por ejemplo, es un bote de 220 metros cuadrados ubicado en The Riverside Quarter, cerca de Putney Bridge al oeste de Londres, que la agencia Savills puso en el mercado desde Septiembre por €1.95 millones de Euros. El bote de 20 metros de largo cuenta con tres habitaciones, tres baños, terraza con grama en el techo y piscina, entre otros lujos.

Tengas el presupuesto o no esta gema flotante bien vale una visita así sea desde la orilla del río.