La Hora del planeta lleva once años realizándose, se anima a las personas a que apaguen sus luces y sus dispositivos electrónicos durante una hora por la tarde. Fue una iniciativa que nació como un evento de luces apagadas en Sydney, Australia, en 2007, liderado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Desde entonces, el movimiento ha crecido para incluir a más de 7.000 ciudades y pueblos de todo el mundo.

Edificios emblemáticos de Londres como el Big Ben, el Parlamento, el Gherkin y el Palacio de Buckingham normalmente se unen al cambio global.

La idea es ahorrar energía durante esa hora, al tiempo que se alienta a las personas a ser más cautelosas sobre la cantidad de electricidad que usan. Por razones obvias, las luces de las calles, los semáforos y otros letreros relacionados con la seguridad permanecen iluminados.

La hora del planeta, 24 de marzo 2018

Este año, la Hora del Planeta tuvo lugar entre las 8.30 p.m. y las 9.30 p.m. de este sábado 24 de marzo. A través los usuarios @Earth Hour y @WWF pudimos ver como trascurrió el evento en muchas partes del mundo.

La etiqueta que se manejó este año en las redes sociales fue #YoApagoPor, la que inundó las redes sociales de mensajes dedicados a las especies en peligro y los espacios naturales que se ven a amenazado por el calentamiento global y la deforestación.

Puerta de Alcalá en Madrid

Empire State, Nueva York

Palacio de Buckingham en Londres

Puente de la Torre, Londres

el Erasmusbrug (Puente Erasmus) en Rotterdam, Holanda

Metas logradas

Otros monumentos y sitios representativos que se unieron a este evento fueron el castillo de Vajdahunyad en Budapest, Hungría, el antiguo Coliseo en Italia, el Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda, ciudad cercana a Málaga, España, la colina El Puente Viejo de Mostar de la Acrópolis en Atenas, Grecia, la torre Eiffel en París, Francia, entre otros.

Estas acciones de manera individual pueden parecer un pequeño cambio, pero si miles de millones se comprometen a apagar las luces durante una hora, puede marcar una gran diferencia. Según WWF Tailandia, el consumo de electricidad de Bangkok se redujo en 73,34 megavatios durante esta hora, lo que ahorra 41,6 toneladas de monóxido de carbono.

En Christchurch, Nueva Zelanda, la ciudad sufrió una caída del 13% en la demanda de electricidad durante la hora.

¿Y tú? ¿apagaste las luces y encendiste tu conciencia? Si tu respuesta fue no, reflexiona sobre los pequeños aportes que pueden hacer un gran impacto en el mundo.