Dicen que no hay nada mejor para conocer la esencia de una ciudad que se visita que conversar con los locales. En mi reciente viaje a Bogotá, Colombia, no encontré mejor manera que realizar el llamado "Graffiti Tour". Una gira turística que un grupo de artistas, pintores, diseñadores gráficos y amantes del arte urbano organizan en la zona colonial de la capital colombiana conocida como La Candelaria.
¿Qué es un Graffiti Tour?
Existen alrededor de 60 "Graffiti Tours" alrededor del mundo, pero la lista de los mejores la encabezan las ciudades de Berlín, Montreal, Bogotá, Nueva York y Buenos Aires.
Los tours consisten en caminatas guiadas por amantes del arte urbano o grafiteros activos de la ciudad en el que se visitan los murales más emblemáticos según su temática o significado.
Desde 2011 "Bogotá Graffiti Tour", que nació bajo el principio de dar a conocer el arte urbano a nivel internacional, no sólo recibe centenares de turistas extranjeros al año sino que se ha posicionado en la lista de las mejores 10 cosas que hacer en Bogotá. De hecho, en la página de Trip Advisor de Reino Unido más de 1.800 personas recomiendan la caminata como atractivo turístico de 5 estrellas.
Bogotá: arte protesta
Mi tour en Bogotá comenzó en el Parque de los Periodistas, junto a otras 30 personas, de la mano de Mónica Rivera, artista y gerente de "Bogotá Graffiti Tour" quien ofreció la caminata en inglés, aunque también se puede realizar en español y alemán.
En un recorrido de más de dos horas, Mónica nos guió por las intrincadas calles del centro llenas de casas coloniales e historias en cada esquina, que junto al arte urbano, intentan sobrevivir a la creciente tendencia de atraer habitantes de mayor poder adquisitivo a la zona.
El despliegue de color, creatividad e ingenio del muralismo en Bogotá me dejó con la boca abierta en más de una ocasión, especialmente por la dimensión y complejidad de alguna de las obras.
Si bien el graffiti en Bogotá se ha convertido en un movimiento artístico que sirve de vehículo de denuncias a las injusticias sociales, políticas y económicas en Colombia y el mundo en general.
¿David versus Goliat?
Grafiteros en Bogotá se mantienen en una carrera contra el tiempo en el que cada día sus creaciones se pierden a mano de pintores de brocha gorda y rodillo que siguen las detalladas instrucciones de la alcaldía cuya meta es restaurar y pintar más de 2500 casas del centro histórico de Bogotá.
Esta batalla de poderes quedó plasmada en uno de los murales con el que comenzó mi tour, reforzando así el papel del arte urbano como forma de expresión social y denuncia.
"Bogotá Graffiti Tour" calcula que existen alrededor de 8 mil artistas urbanos en la ciudad que están dispuestos a mantener a flote el muralismo en la capital colombiana y se mantienen en la búsqueda de "lienzos" disponibles, por lo que es muy difícil de saber cuándo terminará o si habrá algún vencedor en esta lucha de fuerzas.
La situación también se complica pues algunos de los habitantes locales han comisionado a grafiteros para decorar las fachadas de sus negocios o viviendas en la zona de La Candelaria e incluso artistas plásticos han sumado esfuerzos con los muralistas urbanos para completar sus propias obras públicas o han participado en exhibiciones de arte en galerías.
Si quieres saber más no dejes de anotarte en alguna de las dos caminatas gratuitas que el "Bogotá Graffiti Tour". Una excelente opción para los que están buscando conocer el palpitar de la ciudad y no olvides dejar una donación de al menos 30 pesos colombianos para los dedicados guías.