No tienes más que seguir mis instrucciones e imprimir los patrones que verás en la galería fotográfica y podrás confeccionar rápidamente todas las calabazas que quieras, con la ventaja de que van a durar muchos años resultando siempre espectaculares.
Los patrones te sirven para hacer una calabaza de tamaño mediano, pero puedes ampliarlos o reducirlos a tu gusto.
Calabazas
Están confeccionadas con bellas telas de Patchword, pero nada impide que utilices las que tengas más a mano, aunque naturalmente escogiendo colores adecuados. Puedes alternar los colores o utilizar una única tela diferente para cada una.
Cada calabaza se compone de ocho partes. Reproduce el patrón en una cartulina o en un plástico y no olvides dejar 1,2 cm de tela alrededor de cada gajo para poder coserlos.
Como verás, hay una parte recta en cada uno y se corresponde con la parte superior de la calabaza. Debes coser las ocho piezas de la calabaza dejando libre esa parte.
Una vez cosida, procede a rellenarla bien con guata o con acrílico y haz un pespunte alrededor de la parte superior como si cosieses un yo-yó, frunce y ya tienes tu calabaza medio lista.
Hojas
Como puedes apreciar en la foto, cada una de estas calabazas lleva cosida una hoja en la parte superior para darle mayor autenticidad. El patrón lo tienes en la galería de fotografías.
La hoja se recorta en fieltro del color verde que más te guste y se cosen pespuntes con hilo perlé en un verde más claro para marcar las nervaduras.
Para la unión del tallo o pezón a la calabaza, he utilizado bastones de madera de los que encuentras en cualquier tienda de Manualidades y he cortado trozos de unos 5 cm.
La hoja, el tallo y unas briznas de paja, se enganchan a la parte superior de la calabaza con silicona caliente.
Caras
Las caras, imprescindibles en toda calabaza de Halloween que se precie, están recortadas en fieltro y pegadas con silicona caliente.
En las fotografías puedes ver varios modelos muy divertidos con los que ningún niño pequeño se asustará y también puedes inventar las expresiones que mejor vayan con tu creatividad.
Lo importante es llenar de colorido la casa y mantener la tradición que es europea y muy antigua a pesar de que mucha gente cree que viene de Estados Unidos.
La leyenda de Jack O'lantern
Al parecer Jack era un irlandés bebedor y amante de la bronca que se encontró con el diablo en una taberna. Jack que era muy tacaño le ofreció su alma a cambio de un último trago y el diablo se convirtió en moneda.
El hombre era muy astuto y en lugar de gastar la moneda, la puso en su monedero junto a una cruz, condenando así al diablo a quedar atrapado y diciéndole que no le dejaría salir si no le prometía no reclamar su alma antes de diez años, por lo que el diablo tuvo que acceder.
Pasado el tiempo acordado se encontraron en un huerto y el irlandés le pidió que antes de llevarse su alma al infierno le cogiese una manzana. Subió el diablo al manzano y mientras tanto Jack talló una cruz en el tronco consiguiendo que para que el diablo quedase liberado le prometiese que nunca más pediría su alma y este lo hizo.
Cuando el hombre murió no pudo entrar en el cielo por su currículo de bebedor empedernido, estafador y pendenciero, por lo que llegó a las puertas del infierno, pero el diablo tampoco le dejó pasar ya que así se lo había prometido. Jack se vio abocado a regresar por donde había venido, pero el camino era oscuro.
El diablo le lanzó un carbón encendido y él lo introdujo dentro de un nabo tallado para iluminar el camino y que no se apagase con el viento.
De esa leyenda nació la tradición y los inmigrantes la llevaron a Estados Unidos, donde pronto se dieron cuenta de que las calabazas eran ideales para ser talladas e iluminadas en Halloween. También en Europa continuo la tradición de dejar velas junto a las fotos de familiares difuntos para que en la noche del 31 de Octubre pudiesen ir hacia la luz.
Espero que tus calabazas sean preciosas y si tienes alguna duda, puedes preguntar y te ayudaré a resolverla.