Esta técnica ancestral fue descubierta en Japón en el siglo XV y consiste en reparar un objeto generalmente de porcelana o cerámica, pero en lugar de repararlo haciendo todo lo posible para disimular las roturas, lo que se hace es mostrarlas poniéndolas de relieve, uniéndolas con una mezcla de resina y oro en polvo. La palabra Kintsugi, significa ‘unión con oro’ y el Arte del Kintsukuroi significa ‘arreglo con oro’.

La leyenda cuenta que el Shogun Ashikaga Yoshimasa (1435-1490) tenía un bol preferido para la ceremonia del té, pero un día se rompió y él, apenado, lo mandó a China de donde provenía para que fuese debidamente restaurado.

Pero al cabo de unos meses le devolvieron el bol totalmente deformado con unas líneas metálicas que lo hacían inutilizable.

Rápidamente encargó a artesanos japoneses que encontrasen una solución ya que no quería dejar de usar el bol y así nació el Kintsugi.

Una ayuda emocional

El kintsugi se realiza lentamente y su preparación lleva varios días, a veces incluso semanas, se trata de conseguir un objeto hermoso que mostrando sus cicatrices bellamente doradas, te recuerde cada vez que lo mires que las tuyas son igual de bellas y que no debes esconderlas nunca más, porque te han servido de aprendizaje y te han convertido en lo que eres.

Apoyándote en una bella manualidad puedes llegar a sentirte mejor contigo mismo y con tu vida, apreciando tus imperfecciones que son las que te hacen ser humano y contemplar tus heridas con serenidad, buscando la manera de sanarlas y seguir adelante.

Mientras se transforma un objeto roto en otro nuevo, se está ejerciendo un control de las emociones y si en algún momento te has sentido o te han hecho sentir como alguien sin valor, minando la autoestima, a medida que veas que estás creando algo diferente y bello, te sentirás bien contigo mismo y retomarás la confianza perdida en tus capacidades.

Como se realiza el kintsugi

Hay que limpiar bien los trozos del objeto de cerámica roto que se quiere reparar. A continuación se le repara como haríamos normalmente, pegando las piezas de forma que el objeto quede reconstruido.

Se aplica entonces en las roturas masilla epoxi flexible en capas sucesivas, cada una espolvoreada con polvo de oro.

Una vez seca la masilla se lija para que el objeto muestre todo su encanto.

Cuando uno descubre el kintsukuroi, normalmente siente una gran emoción. Hay kits en el mercado a precio muy asequible para ponerte manos a la obra y vídeos en Youtube para mostrando el paso a paso. Pero lo principal es las ganas de relajarte y disfrutar creando, para recobrar la autoestima o potenciarla para demostrar al mundo que las roturas tienen arreglo y que las cicatrices al igual que las arrugas, pueden ser bellas.