La energía vital o chi debe fluir libremente para que nos sintamos más a gusto dentro de casa, en el trabajo o en nuestro negocio. Crear un ambiente equilibrado es el campo de trabajo del Feng Shui.
Es imprescindible pues aligerar nuestra casa o lugar de trabajo de trastos viejos, objetos rotos o que no nos gustan para que el chi pueda circular libremente.
Armonía y Feng Shui
Todos hemos experimentado sensaciones de rechazo y en ocasiones de angustia al encontrarnos en determinados ambientes o al sentarnos en uno u otro lugar. Casas bonitas y perfectamente amuebladas en las que no estamos a gusto, que no nos parecen acogedoras y en cambio otras más pequeñas e incluso feas, pero dentro de las que se respira un ambiente agradable, relajado y que da ganas de quedarse.
Esta sensación a la que llamamos “malas vibraciones” es la que el Feng Shui trata de conseguir que sea más armoniosa. Todo lo que forma parte del mundo físico tiene una energía vital. Cualquier objeto tiene un chi o energía que nosotros nos encargamos de transmitirle con nuestras experiencias y recuerdos. Una concha recogida en la playa donde pasamos unas vacaciones maravillosas nos traerá recuerdos agradables cada vez que la miremos y una parte de la felicidad que sentimos aquellos días, volverá a nosotros llenándonos de energía positiva.
Una buena energía revitaliza nuestro entorno
El chi relaciona todo el que existe físicamente y este principio de interrelación hace que una habitación desordenada genere una energía negativa al resto de la casa y al mismo tiempo la misma habitación limpia, ordenada y con algún elemento vivo, como una bella planta, tendrá un chi positivo y vital que nos beneficiará no solo a nivel personal, también en la relación con el resto de habitantes de la casa.
Un proverbio chino dice: “Si quieres cambios en tu vida, mueve veintisiete cosas en tu casa”. Eso no significa que debas trasladar los muebles de sitio, pero si cambiar de sitio pequeños objetos, prendas de ropa en el armario, macetas, etc. Prueba a mover exactamente 27 objetos de tu casa y comprueba luego los resultados a corto y a medio plazo, a lo mejor te sorprenden.
Si lo piensas, te darás cuenta que haciendo esos pequeños movimientos y dando un nuevo lugar a diferentes objetos, tu casa cambia y la verás renovada lo que te dará una sensación de bienestar. El Feng Shui ya estará funcionando y no olvides que todo lo positivo atrae siempre más positividad.
El Feng Shui considera vivos todos los objetos y por lo tanto si estamos en armonía con nuestra casa y nuestro trabajo, todos los objetos que nos rodean nos aportarán su energía positiva y nuestra vida será más equilibrada y feliz.
Naturalmente podemos creerlo o no, pero aunque nada más sea desde un punto de vista estético y pensando en conseguir una mejor decoración de nuestro espacio vital, vale la pena conocer esta filosofía milenaria y hacer de los lugares en los que pasamos gran parte de nuestra vida, espacios más alegres, luminosos y relajados.