La batería de Litio-Oxígeno está fabricada con materiales que no afectan al medio ambiente. Además, pueden ser recargables permitiendo extender su duración. Todo apunta a que será ésta la que reemplace en un futuro próximo a las tradicionales de iones litio.
La batería de Litio-Oxígeno se ha diseñado para suministrar el 100% de la carga almacenada. Esto alarga la vida útil del aparato electrónico extendiéndola a unas 150 recargas.
Según la revista 'Science', esta pila puede ser la fuente de energía con más autonomía en los próximos aparatos electrónicos y hasta se habla de automóviles eléctricos.
Batería de litio y oxígeno con más energía
Cuando esta batería de oxígeno y litio se usa para dar energía, las moléculas de oxígeno se combinan con los iones de litio del electrolito para formar un compuesto llamado peróxido de litio. Esa reacción química libera energía. En el momento de su recarga se rompe el peróxido de litio y esta reacción devuelve el oxígeno y el litio a sus posiciones iniciales.
Sin embargo, al producir peróxido de litio se pierde energía que en algunos casos alcanza hasta el 20%.
Esta pérdida está acompañada de desechos químicos que al final disminuyen la vida útil de la batería al ser recargada varias veces, dice Larry Curtiss, empleado del Laboratorio Nacional Argonne en Lemont, Illinois.
Para eliminar este problema y diseñar una batería eficiente de litio y oxígeno, Linda Nazar y su equipo de la Universidad de Waterloo en Canadá han reemplazado el electrolito por sal inorgánica, y el cátodo de carbono por uno de metal.
Aumenta la vida útil de las baterías
Con estas nuevas condiciones, la batería de litio y oxígeno puede almacenar hasta un 50% más de energía que la obtenida del peróxido de litio. Además, el oxígeno y el litio con la sal inorgánica y el cátodo de metal no producen los desechos que produce el peróxido de litio.
Esto permite que la nueva batería de litio y oxígeno con cátodo de metal libere casi toda su carga eléctrica y se recargue más veces que otras celdas de litio y oxígeno con cátodo de carbono.
Una de las desventajas de estas baterías es la formación de cristales de peróxido de litio en la superficie del cátodo. Pero ahora con las nuevas se ha conseguido disminuir este problema y esto permite que la batería aporte más energía y dure más tiempo. Todo apunta a que, más pronto que tarde, lleguen a usarse en coches eléctricos, aunque todavía se encuentra en fase experimental.