El escándalo de Cambridge Analytica ya le había costado a la compañía más de 80 mil millones de dólares. El descenso al infierno apenas comenzaba para la red social más grande del mundo. Las dificultades financieras de la empresa se reflejan en la fortuna personal de Mark Zuckerberg, que perdió más de 16.76 mil millones de dólares.

El colapso fue predecible ya que Facebook se había quedado sin ingresos publicitarios durante varias semanas. El lanzamiento de los resultados del segundo trimestre fue la mecha que explotó el barril de pólvora. Esta caída en el rendimiento en realidad empujó a los inversores a vender acciones.

Solo Intel tuvo una situación similar en septiembre de 2000. La compañía perdió $ 90 mil millones en capitalización bursátil.

¿Qué pasaría si solo fuera la punta del iceberg?

La caída experimentada por Facebook es vertiginosa, pero esto no es algo que sorprende a algunos analistas. En Wall Street, los simples rumores o tweets a veces pueden empujar a los inversores a vender sus acciones en masa.

En febrero pasado, Snapchat ha perdido 80 mil millones de capitalización de mercado cuando Kylie Jenner, media hermana de Kim Kardashian escribió que ella ya no estaba utilizando la plataforma desde la introducción de la nueva interfaz.

La táctica de algunos inversores es apostar por la disminución (predecible) en el valor de las acciones de una compañía.

Ahora están esperando saber cómo los líderes de Facebook manejarán esta situación. No sería sorprendente ver a los que dejaron el barco en una tormenta comprar las acciones de la red social cuando las cosas empiezan a mejorar.

El descenso continúa hasta al menos el final del año

Esta es la primera vez en su historia que Facebook se queda sin ingresos publicitarios.

Desde el escándalo de Cambridge Analytica, las autoridades estadounidenses están supervisando el procesamiento de los datos personales de los usuarios de la plataforma.

El momento en que la empresa podría vender estos archivos con impunidad, sin el conocimiento de sus propietarios, parece haber terminado. Es el modelo de negocio de la compañía que ahora está amenazado.

El director financiero, David Wehner, también anunció que la facturación de la empresa debería disminuir aún más durante la segunda mitad del año. En cierto modo, Mark Zuckerberg también está pagando el precio de su temeridad. Su séquito siempre lo ha acusado de tomar decisiones importantes sin tener en cuenta las opiniones de los banqueros de la empresa.