Las relaciones humanas significan todo un reto, cuando quieres comprender la enigmática personalidad de la otra persona. Muchas veces nuestra capacidad de simpatizar con las personas, se debe a que cada una tiene una serie de características propias que no encajan con las nuestras.

A raíz de esto, uno puede verse en la necesidad de recomenzar y de conocer al indiiduo desde otro punto, desde otro enfoque. Todos los días hacemos un esfuerzo titánico por ser afable con los demás, meternos un poco en sus zapatos y encontrar una zona de encuentro que sea factible para ambos.

La tecnología reconstituye esta capacidad de comunicación que tenemos con otros. A veces el contacto personal por sí mismo no basta y tanto hombre como mujer buscan ser comprendidos, acudiendo a sitios web donde inician una búsqueda de emparejamiento atroz. Hace unos años el conocerse por Internet – y hasta el día de hoy – era un riesgo en muchos sentidos, por lo que exponer parte de la intimidad y vida personal, no es algo que siga estando de moda. Es verdad que cuando el mundo de afuera falla, se busca una especie de éxito en mundo elvirtual.

La foto “cariñosa” en Instagram reemplaza a la mancha de labial en la camisa

Las relaciones humanas y más específicamente las relaciones de pareja en la era moderna, son toda una batalla.

Imágenes de los enamorados en la cena, con los amigos, en un viaje etc. Luego de todo el circo maroma y teatro, comienza a escabullirse información comprometedora, una foto con una amiga demasiado cariñosa, mensajes evidentes de un sentido comprometedor y la complicación gracias a las redes sociales crece como la espuma.

¿Engañando? Gotitas virtuales

Entre las aplicaciones especializadas en citas y Facebook, el micro – cheating es un fenómeno que está en auge. Este tipo de infidelidad “minimizada” es un comportamiento sutil. Estas acciones teñidas de malo pero no tan malo, constituye una evolución en relación a la infidelidad y cómo está creciendo conforme la tecnología comienza a transformarse.

La vida expuesta en Internet, trasciende la forma en que vemos el mundo. Un simple like a la publicación de otra persona, puede definirse como micro – engaño, a pesar de que tenga connotaciones inocentes, o desarraigadas de un contexto romántico. Habrá que esperar como se desarrolla este fenómeno y como las personas aumentan sus expectativas para no vivir dentro de la esfera virtual.