La mayoría de los accidentes de tránsito están relacionados con el consumo de alcohol. Esta sustancia te puede generar una falsa seguridad a la hora de conducir. El sentido de la vista empeora, ya que se reduce el número de movimientos oculares; la percepción de las señales y luces en rojos empeora; el campo visual se reduce y puedes presentar fatiga visual.

Todos estos indicadores se suelen pasar por alto, debido a que tu capacidad de pensar ante posibles riesgos disminuye, al igual que tu sentido de responsabilidad. Aunque, el alcohol no solo está relacionado con los accidentes viales, sino también con otros, como las lesiones por violencia social y doméstica.

Es por ello que cada día se trata de implementar nuevas tecnologías para el control del consumo de esta sustancia.

Biosensor para el control de alcohol

Al parecer los alcoholímetros y los exámenes de sangre quedarán obsoletos en el programa de control continuo de alcohol a largo plazo, al menos para los Estados Unidos. Unos ingenieros de la Universidad de California en San Diego, EE.UU. crearon un sensor inyectable para controlar los niveles de alcohol de una persona, es como una especie de reloj inteligente o parche que podrían llevar las personas a las que se les hace un seguimiento.

El propósito de esta creación es desarrollar un dispositivo rutinario y discreto para las personas que están en programas de tratamientos de abuso de sustancias.

Ya que los otros sistemas utilizados son "torpes" y pocos precios, como el alcoholímetro o para algunos se requiere un personal especializado, como para la realización de los análisis de sangre.

¿Cómo funciona este sensor inyectable?

La nueva y prometedora alternativa resulta fácil de implantar en la piel, y puede ser administrada sin cirugía en una clínica.

Mide aproximadamente un milímetro cúbico de tamaño y puede ser inyectada en el fluido que rodea las células del cuerpo, es decir en el líquido intersticial.

El biosensor está recubierto con alcohol oxidasa, que es una enzima que actúa de manera recíproca y selectivamente con el alcohol, lo que genera un producto secundario que se detecta electroquímicamente.

Estos indicios eléctricos se transfieren de manera inalámbrica a un dispositivo cercano. Este proceso podría ser de mucha ayuda para los pacientes que son monitorizados durante su proceso de control, comentó el director del proyecto Drew Hall.

Esperemos que esta tecnología pueda llegar a muchos países, para que las personas tomen conciencia a la hora de decidir consumir grandes cantidades alcohol. Sustancia que en exceso no le hace bien al organismo y causa consecuencias mortales para la persona que la consume y los que la rodean.