Una de las definiciones clásicas de la ciencia ficción era la de adelantar el futuro, sobre todo, en cuanto a tecnología se refiere. Y la cosa llegó a generar tal expectación y se confiaba de tal manera que muchos escritores se creyeron adelantados visionarios. El paso del tiempo y el progreso en campos diversos de la ciencia y la técnica hicieron posibles algunos de esos artefactos, mientras que otros quedaron pronto sobrepasados por la realidad.
La serie británica 'Black Mirror' juega con esa posibilidad, imaginando futuros distópicos donde la tecnología juega un papel importante.
Y no solo para bien de la humanidad, sino como contrapunto a ella, mostrando que tiene sus particulares limitaciones y, en malas manos, se convierte en instrumento del mal.
Sin embargo, en ese juego de imaginación, como parte de la ciencia ficción literaria, hay aparatos que pasan del guion de Charlie Brooker a la realidad, que vivimos. Y no hay que ir muy lejos. Sucedió el pasado 8 de enero, cuando Pizza Hut presentó un curioso prototipo de Toyota. Se trata de un automóvil, autónomo y sin conductor, que se dedicaría a repartir pizzas. No pasó mucho tiempo sin que algunos fans se diesen cuenta que parecía cierto vehículo de la serie... o quien lo comparase con transportes mecanizados de la película 'Yo, robot'.
Introducing the first Pizza Hut fully autonomous delivery concept vehicle. Excited for our future with @Toyota #CES2018 pic.twitter.com/YGNQUgijha
— Pizza Hut (@pizzahut) 8 de enero de 2018
Emojis animados, reconocimiento facial y recuerdos post mortem
No hace mucho que conocimos la existencia de unos emojis muy particulares, los animojis.
Se presentaron como una gran aportación del iPhoneX y consistían en el traslado de gestos del dueño del aparato a una serie de emojis que lo reproducían. Pues bien, en 'Black Mirror' ya hicieran una propuesta aún más arriesgada: que un avatar 3D, tras el cual hay un ser humano dirigiendo, fuese la cara pública de un candidato a presidente.
Waldo se llamaba tal creación digital azulada.
Si en el anterior párrafo veíamos algunas maravillas de la fusión del reconocimiento facial con el 3D, demos un paso más allá. La posibilidad de encargar una copia, virtual, sintética o clonada, de personas fallecidas. La serie jugaba con la historia de chica pierde a chico. Y se le hacía regresar en forma de una copia personalizada del original. Los datos para conformar su personalidad se extraían de redes sociales y material personal. Algo parecido pretenden con Eterni.me, un proyecto que pretende mantener tu recuerdo vivo tras tu deceso. La idea es crear un avatar personalizarlo, darle tu voz, expresiones típicas y gestos. Cuando mueras, una serie de personas accederán a un modelo 3D con tu rostro, capaz de interactuar con ellas.
La lista de predicciones crece
La cuarta temporada ha sido estrenada a finales del año pasado y, seguro, traerá nuevas aportaciones de las que hacernos eco. En sus temporadas anteriores, solo por citar, nos dejó abejas robot (como las que se investigan en algunas universidades, actualmente), lentillas grabadoras (como las que desarrolla Samsung y que suponen un salto cualitativo respecto de aquellas gafas Google), o el posicionamiento social a partir de las valoraciones en una red social.