Cuando se publica en Internet uno de los objetivos principales es dirigir el tráfico al sitio web. Ante la ingente cantidad de información es necesario diferenciarse; para ello hay que cuidar minuciosamente lo que se publica y plasmarlo de la manera más adecuada. Hoy más que nunca es necesario aplicar distintos métodos de redacción a la hora de publicar un contenido digital.
El uso de las keywords: o cómo seleccionar las palabras clave
Una Keyword o palabra clave es el término que emplean los usuarios para localizar un contenido en concreto en los motores de búsqueda en Internet.
Actualmente, casi todas las visitas a páginas web se realizan por medio de ellas en lugar de teclear directamente la dirección URL.
Si se quiere alcanzar un buen posicionamiento hay que plantearse una serie de cuestiones. ¿Cuáles son las inquietudes del usuario? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Cómo conseguir que el usuario acceda a la web?
Para alcanzar el principal objetivo (visitas a la página web) existen numerosas herramientas para localizar las palabras clave más adecuadas para lanzar un contenido en cuestión; desde aplicaciones online a aplicaciones de escritorio, desde aplicaciones de pago a gratuitas, etc. Centrándonos en herramientas online, totalmente gratuitas y que arrojen resultados en español, encontramos las siguientes: Keywordtool.io, Answer The Public, Ubersuggest.orue g, KW Finder, Keyword Planner Tool de Google, Keyword Suggestion Tool de Smal SEO Tools, TunySuggest, Soolve, Google Keyword Tool o Google Auto Suggest.
Utilizando algunas de ellas es posible localizar las mejores Keywords, lo que puede suponer un buen posicionamiento en los buscadores y con ello un aumento de las visitas a la web, blog o post.
El uso de la semántica: o cómo escribir correctamente
No se debe repetir constantemente la palabra clave en el contenido a publicar suponiendo que así se alcanzará un mejor posicionamiento.
Además de no ser aconsejable el algoritmo de los motores de búsqueda, como es el caso de Google, es cada más sofisticado e inteligente y resulta complicado obtener ventaja de este modo. Se debe optimizar la página de manera sensata.
Utilizar una semántica correcta es imprescindible y permite dar con una serie de conceptos, métodos, términos, que envuelven a la palabra y al contenido sobre el que se pretende hablar.
Se trata de impulsar el contenido sin ser monótonos o repetitivos. Se debe ir más allá de la Keywords.
¿Cómo se emplea la semántica en un contenido?
Las herramientas pueden ayudar, pero lo más importante es recurrir a una buena información y documentación.
A la hora de elaborar un contenido digital es imprescindible que este sea veraz. Para ello es necesario contar con diversas fuentes y, sobre todo, contrastar la información obtenida. Se debe evitar las imprecisiones y/o errores por haber empleado una información falsa o desactualizada. Lo mejor es acudir siempre a la fuente original, por ejemplo, un informe o estudio que se haya realizado sobre el tema que nos interesa y del que vamos a hablar.
Asimismo, la entrevista a profesionales también es un buen método para obtener información útil y, sobre todo, contrastable.
El uso de la estructura: o cómo dar sentido a lo que se quiere decir
Cuando se publica un contenido en Internet es importante que ese contenido tenga un orden, un sentido lógico que permita comprender el mensaje que se quiere transmitir de principio a fin.
En la redacción digital se debe aplicar la estructura de la pirámide invertida empleada en periodismo. Se trata de organizar la información de mayor a menor relevancia. Para ello hay que dosificar los puntos de interés del receptor, manteniendo su atención en todo momento.
¿Cómo aplicar las Keywords a cada una de las partes del contenido?
En el contenido digital no solo hay que saber estructurar correctamente sino alcanzar la optimización del mismo, para ello hay que saber emplear en cada parte la palabra clave idónea.
TITULAR (H1): es el epígrafe más importante; debe ser breve y hacer referencia a la temática del contenido. En él debe aparecer la palabra clave principal. Lo recomendable es colocarla lo más al inicio posible.
ENTRADILLA: en esta parte del texto también debe aparecer la Keyword, en este caso en negrita.
SUBTÍTULO: se trata de utilizar titulares internos que permitan posicionar jerárquicamente el contenido. Estos epígrafes se marcarán con etiquetas (H2, H3, H4, etc.) en función de la importancia del contenido y en ellos se verterán palabras clave secundarias o que guarden relación con el contenido.
CUERPO DEL TEXTO: aquí lo fundamental es desarrollar aquello que se pretende comunicar; se utilizarán palabras clave, pero con naturalidad, sin perjudicar el sentido global del tema tratado.
Asimismo, se utilizarán subtítulos para facilitar el desarrollo de ese contenido y, por tanto, su comprensión.
CONCLUSIÓN: se trata de un resumen final que incluirá alguna Keyword principal y/o secundaria junto con una llamada a la acción.
El uso de los enlaces: o el arte de “hipervincular”
La redacción digital nos permite emplear hipertextos, es decir, podemos incluir enlaces dentro de nuestro contenido para ampliar la información sobre el tema del que se esté hablando. Hay que saber aprovechar esta posibilidad y para ello existen dos formas:
Enlazar a páginas internas de la web: para ello se emplean “links” o “hipervínculos” que conducen hacia otras páginas internas del mismo sitio web. Como, por ejemplo, una ficha de producto, una página de una categoría distintas o incluso el post de un blog.
Enlazar a páginas externas de la web: consiste en dirigir desde la propia web hacia una fuente externa, por ejemplo, a una noticia de otra página, un blog, etc. De este modo, se obtiene un backlink, por medio de los enlaces entrantes que apuntan desde otras webs a la propia, obteniendo así una mayor cooperación con el resto de creadores.
A la hora de “anclar” ese enlace podemos emplear una palabra clave, eso sí, evitando el uso abusivo de la misma palabra e intentando emplear otros términos que estén relacionados con la temática del contenido.
El uso de las negritas: o cómo resaltar lo esencial
Con el uso de la negrita se transfiere a los motores de búsqueda cuáles son las palabras clave en un contenido.
Hay que manejar distintos elementos para hacer más atractivos ciertos elementos de una página web. Con la negrita atrae la atención del receptor con mayor facilidad. De este modo, y a lo largo de todo el contenido, tanto la palabra clave principal como las secundarias irán destacadas en negrita.
También podrán emplearse la cursiva, el subrayado o las comillas para resaltar una Keyword.
El uso de la etiqueta Alt: o cómo enriquecer el texto
Hoy en día un contenido de calidad no es simplemente bueno por el hecho de estar bien escrito, sino que hay que saber aprovechar al máximo todo ese formato de soportes de contenido para enriquecer el contenido ya que aporta más información y más conocimiento al usuario.
Para ello es conveniente el uso de imágenes, vídeos, podcasts, gifs, infografías, etc. A la hora de utilizar imágenes es importante describirlas para que el motor de búsqueda sepa cuál es su temática.
El uso de la url: o cómo facilitar que te encuentren
Cualquier contenido que se pretenda publicar en Internet debe ir dentro de una URL que debe estar escrita de una manera muy clara. Debe ser única y muy descriptiva. En ella debe aparecer la palabra clave principal.
A la hora de generar una URL hay que eliminar todos los elementos que sean superfluos. Debe ser breve. Deben eliminarse las preposiciones, conjunciones y demás palabras innecesarias. Hay que quedarse con los elementos realmente importantes.
Para ello es aconsejable redactar de nuevo esa URL eliminando los caracteres extraños y/o innecesarios sustituyéndolos por guiones.
El uso de la densidad y la prominencia: o cómo importa más la calidad que la cantidad
Hasta no hace mucho tiempo se tenía la idea errónea de que hacer SEO no era otra cosa que repetir insistentemente una palabra para conseguir que nuestro contenido tuviese cierta repercusión en la red. Sin embargo, esta idea a día de hoy carece de sentido puesto que de sobra es sabido el complejo funcionamiento del algoritmo de Google al cual es difícil engañar.
Cuando se habla de densidad de palabras se está haciendo referencia a las veces que se repite un término a lo largo de un texto.
Se multiplica ese número por cien y se obtendría un porcentaje de repetición. Google no recomienda superar el cinco por ciento, mientras que motores de búsqueda como Yahoo y Bing tienen su límite entre el ocho y el diez por ciento.
En lugar de centrarse en una palabra en cuestión es preferible adoptar un término: la prominencia; consiste en valorar la cercanía de una palabra con respecto al inicio del texto. Un buscador deduce que cuanto más arriba se sitúe más sustancial será. Incluso existe una fórmula para calcularla: (Nº total de Palabras – ((Nº de posición – 1) / Nº posición)) * (100 / Nº total de palabras).
En definitiva, debemos publicar de una manera coherente y metódica para eso es aconsejable tener en cuenta este tipo de tips que optimicen al máximo nuestro contenido para alcanzar el mejor posicionamiento posible.