El director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA), Ramón López de Mántaras, afirma que la Inteligencia Artificial es posible definirla como un "conjunto de piezas de software y de programación que da a las máquinas la capacidad de resolver problemas"; estos problemas para solucionarse "necesitan una serie de capacidades" que se asocian a la "inteligencia",dice.

López, que hizo estas declaraciones en el transcurso de una conferencia en la Fundación Ramón Areces de Madrid, subraya que hay dos tipos de inteligencia artificial pero que "muchas veces se confunden".

En este sentido, aclara que hay dos grandes categorías, "una es la inteligencia artificial débil es la que uno ve día a día en los laboratorios de investigación o en las empresas".

Por otra parte, explica el investigador que la inteligencia artificial fuerte es aquella que "sería igual a la humana o incluso superior"; la diferencia con la débil es que en "esta los sistemas son capaces de resolver un tipo de tarea o de problema concreto y específico con una enorme capacidad y calidad, incluso, superando a la humana como, por ejemplo, los juegos de ajedrez pero sin tener la versatilidad de una inteligencia humana".

López alude que a los progresos que están ligados a la Inteligencia Artificial Débil y, que según él, "son sistemas que pueden hacer muy bien una sola tárea"; sin embargo, puntaliza, que estos sistemas " no saben hacer cualquier otra tarea por muy sencilla que sea o por muy relacionada que esté".

En esta línea, cita un ejemplo relacionado con aplicaciones médicas y aclara que "estas técnicas se llaman deep learn (aprendizaje profundo), implican que esten constituidas por "redes neuronales artificiales complejas".

López señala que, en esta coyuntura, se trata de tener una "gran cantidad de datos y entrenamiento, de manera que esta red neuronal aprende un modelo sofisticado de lo que está ocurriendo, detecta unos patrones y es capaz de detectar en una combinación de imágenes de Rayos X, resonancia magnética y ultrasonidos buscando patrones pueden diagnosticar cánceres, de manera mejor, que los propios médicos".

Resultado espectacular

"Para la evaluación de una biopsia de células mamarias positiva antes se utilizaban ocho indicadores intracelulares", explica el científico. En esta coyuntura, -añade- "un software analizando cientos de miles de muestras de células mamarias cancerosas detectó o sugirió tres indicadores adicionales que tenían que ver con algún tipo de mecanismo que está fuera de la célula".

En este sentido, comenta que tal posibilidad no había sido considerada por "los médicos y los investigadores". del momento. "Este para mi es un resultado muy espectacular porque pasar de ocho a once indicadores mejora, significativamente, la calidad de evaluar esta probabilidad", matiza.

El "éxito de la Inteligencia Artificial" se debe a que se basa "en la disponibilidad de poder acceder a una enorme cantidad de datos en forma digital y, además, con una capacidad de cálculo grande; es decir con computación de altas prestaciones", explica López.

Además apunta que al margen del acceso a la gran cantidad de datos- López- esto se puede hacer con un "coste razonable"Básicamente la "unión de estas dos cosas nuevas" hace que el deep learning esté funcionado bien, aclara el investigador.

"Todo esto relacionado con una inteligencia artificial basada en los datos también "tiene sus consecuencias; es decir riesgos. Uno de ellos es la privacidad de datos sensibles" y cita el ejemplo de una empresa americana "que analizando los criterios de compra de sus clientes podían predecir si una cliente estaba embrazada".