Del 19 al 25 de agosto se celebra en Melbourne, Australia la 26ª Conferencia Internacional Conjunta sobre Inteligencia Artificial, la mayor reunión de expertos mundiales en Inteligencia Artificial, que desde 1969 se viene celebrando cada dos años. Allí, Toby Walsh, profesor de Inteligencia Artificial de la Universidad de Nueva Galés del Sur, fue el encargado de hacer pública la carta abierta que 116 expertos en esta área, pertenecientes a 26 países diferentes, dirigen a la ONU.
Carta abierta a la ONU alertando sobre los robots asesinos
La carta supone una toma de postura unificada, por primera vez, ante un tema cada vez más cercano y real, el uso de las armas autónomas letales, también conocidas como “Robots Asesinos”.
Los firmantes piden a la ONU que se prohíba su uso a nivel internacional. Anteriormente la única empresa en hacer una declaración formal solicitando esta petición fue la canadiense Clearpath Robotics.
La ONU es consciente del peligro, ya en diciembre de 2016, 123 países participaron en la Conferencia de Revisión de la Convención sobre Armas Convencionales, acordando iniciar discusiones, 19 países ya han hecho una petición de prohibición de estas armas, sin embargo, las discusiones son lentas y el tiempo apremia.
La opinión de los expertos
Según los expertos "Las armas autónomas letales amenazan con convertirse en la tercera revolución en la Guerra", una vez que se pongan en marcha no solo harán posible un conflicto armado a escalas enormes, sino que el tiempo en el que se desarrolle escapará a nuestra comprensión.
Quizás Elon Musk, fundador de Tesla, SpaceX y OpenAI (EE.UU.) sea el más conocido de los firmantes, hace un mes ya lanzó un mensaje de alerta sobre los peligros del desarrollo incontrolado de la inteligencia artificial. Pero la carta la firman los principales exponentes en este tema, entre otros Mustafa Suleyman , fundador y director de IA aplicada en DeepMind de Google (Reino Unido), Esben Østergaard , fundador y CTO de Universal Robotics (Dinamarca), Jerome Monceaux , fundador de Aldebaran Robotics, fabricantes de robots Nao y Pepper (Francia), Jürgen Schmidhuber, principal experto en aprendizaje profundo y fundador de Nnaisense (Suiza)…
En sus empresas trabajan miles de ingenieros e investigadores y abarcan geográficamente el mundo entero, ellos mejor que nadie saben que los “robots asesinos” son algo mucho más real y cercano de lo que podamos imaginar, por eso elevan su voz de alerta antes de que sea demasiado tarde “una vez que se abra la caja de Pandora será muy difícil cerrarla” advierten.
Y es que si los robots pueden tomar decisiones autónomas sobre el terreno sin necesidad de órdenes humanas estaríamos totalmente a merced de las decisiones de la inteligencia artificial. Se trata de una tecnología que ya está aquí, su implantación ya sería cuestión de años, no de décadas, por eso la ONU no tiene tiempo que perder.
Esta no es la primera carta de los expertos, ya en el año 2015, publicaron otra carta abierta, firmada por miles de investigadores que trabajan en IA y robótica y pidieron esa prohibición, sirvió para impulsar este tema y que las Naciones Unidas iniciaran conversaciones formales sobre el tema.
Wals mantuvo que "casi todas las tecnologías se pueden utilizar para bien y para mal, y la inteligencia artificial no es diferente. Puede ayudar a resolver muchos de los problemas apremiantes que enfrenta la sociedad actual: la desigualdad y la pobreza, los desafíos planteados por el cambio climático y la actual crisis financiera mundial. Sin embargo, la misma tecnología también se puede utilizar en armas autónomas para industrializar la guerra.”
En este sentido es preciso tomar decisiones, somos los únicos responsables de nuestros actos y estos determinarán nuestro futuro…ojalá los escenarios apocalípticos se quede sólo en el campo de la ciencia ficción y en estos tiempos convulsos nuestros dirigentes sepan encaminarnos hacia la paz.