Hoy en día ya no cabe duda de que el abuso de las Redes Sociales se pueden convertir en un grave problema. Un estudio reciente de la Chicago Booth School of Business afirma que Facebook, Twitter y el resto de plataformas tienen una capacidad de adicción mayor a la del tabaco o el alcohol. Según el estudio acceder a las redes sociales es más sencillo que obtener cigarrillos o bebidas alcohólicas y resistirse a esta nueva adicción es aún más difícil.
Hay muchas señales que podrían demostrar adicción a las redes sociales pero entre ellas cabe remarcar algunas de las más comunes. Si crees que tu o algún allegado podéis estar 'enganchados' a las redes quizás deberías prestarles especial atención.
1. Nerviosismo e inquietud cuando no se tiene acceso a Internet o la plataforma de la red social no funciona o es más lenta de lo habitual.
2. Que lo primero y lo último que se haga en el día sea consultar las redes sociales.
3. Sentirse desnudo, desprotegido o frustrado si no se dispone de Smartphone.
4. Caminar mientras se utilizan las redes sociales.
5. Sentirse deprimido si los demás no interactúan contigo en la red con comentarios, 'me gustas', retuits o de algún otro modo.
6. Usar las redes sociales mientras se conduce.
7. Preferir comunicarse con otros a través de las redes sociales aunque estén en el mismo edificio.
8. Sentir ansiedad por compartir cualquier cosa de tu día a día mediante fotografías o textos.
9. Creer que la vida de los demás es mejor según lo que se ha podido observar en las redes sociales.
10. Hacer Check-in en prácticamente todos los lugares que se visitan.
Si se dan varios de estos síntomas podríamos encontrarnos ante alguien adicto a las redes sociales aunque, el mayor signo, es que estas situaciones dificulten la vida personal o profesional. En ese caso sería recomendable tomar medidas como, por ejemplo:
1. Establecer un horario fijo para dedicar a las redes sociales.
2. Omitir las notificaciones de las redes sociales en el móvil.
3. Reducir los 'amigos' o personas a las que seguimos en las redes para centrarnos sólo en aquellos que realmente nos interesen.
4. Restringir el uso de juegos y aplicaciones de las redes sociales, ya que estas también pueden ser fuente de la adicción.
Aunque en algunas ocasiones lo más recomendable sería dirigirse a un especialista que diera asesoramiento personalizado al afectado.