Prisión permanente revisable para Bernardo Montoya. Esta es la condena que ha determinado la Audiencia de Huelva al hombre acusado del crimen de Laura Luelmo. El tribunal onubense considera probado que el condenado abusó y quitó la vida a la profesora zamorana en la localidad de El Campillo en diciembre de 2018. El jurado popular ha emitido la condena por unanimidad.

El jurado popular ha considerado por unanimidad la prisión permanente revisable a Bernardo Montoya

La Audiencia de Huelva ha tomado la decisión tras el veredicto de culpabilidad otorgado por el jurado popular, que ha emitido la pena de prisión permanente revisable a Bernado Montoya por unanimidad.

Asimismo le impone 17 años y medio de cárcel por un delito de detención ilegal en concurso ideal con el agravante de género en un delito de abuso. Por otra parte, deberá indemnizar a la familia de Laura Luelmo con la cantidad de 400.000 euros en concepto de responsabilidad civil. De esta manera, se considera probado que el condenado abordó a la profesora que vivía frente a él en El Campillo y después la asesinó.

El tribunal onubense considera probado que abusó y acabó con la vida de la profesora Laura Luelmo

Según ha argumentado el Ministerio Fiscal, Bernardo Montoya sorprendió a Laura Luelmo cuando regresaba esta de un supermercado. Después la introdujo en su domicilio donde la agredió y abusó de ella.

Finalmente le provocó la muerte con un golpe en la cabeza con un objeto contundente. Tras cometer el asesinato, trasladó el cadáver en el maletero de su vehículo hasta una zona poco accesible y llena de matorrales donde se deshizo del cuerpo sin vida de la profesora zamorana. La víctima tenía 26 años.

Tras estar desaparecida casi una semana, el cuerpo de Laura Luelmo fue hallado en unos matorrales

Los hechos ocurrieron el 12 de diciembre de 2018, en torno a las cinco y media de la tarde. Ese día, Laura Luelmo desaparecía justo cuatro días después de haberse trasladado a El Campillo para trabajar como profesora de Plástica haciendo una sustitución en un instituto de educación secundaria.

La maestra zamorana estuvo en paradero desconocido hasta que casi una semana después fue encontrado su cuerpo sin vida. Al día siguiente de ser encontrada, se detiene a Bernardo Montoya, que vivía frente a ella y contaba con antecedentes por un delito de homicidio (había salido de prisión dos meses antes). Ahora ha sido condenado a prisión permanente revisable después de estar en la cárcel desde que fuera detenido, comunicada y sin fianza. En un intento de cambiar su versión de los hechos, Montoya señaló a su expareja como autora del crimen, pero tras una investigación fue exculpada.