Beatriz Zimermann, madre de Anna y Olivia, las dos niñas de Tenerife que fueron asesinadas, presuntamente, a manos de su padre Tomás Gimeno, vuelve a pedir la ayuda de las redes sociales. Tras la aparición del cuerpo de la mayor de ellas, Olivia de 6 años, continua la lucha incansable por encontrar el de la pequeña Anna y el de su padre, algo que cada vez se ve más complicado.
Beatriz vuelve a pedir la ayuda de las redes para que se produzca un nuevo milagro
Ante la desesperación de no tener el cuerpo de su pequeña, Beatriz ha pedido "inundar las redes de velas blancas" para encontrar los dos cuerpos restantes, como ocurrió con Olivia.
Así lo ha manifestado en una publicación de Instagram, donde ha recordado la aparición de Olivia tras pedir una vela blanca que ayudará a iluminar el camino de vuelta de las pequeñas: "fue como un milagro, una señal de la que estaremos siempre agradecidos".
Un milagro que buscan que se repita gracias a una nueva "colaboración" de la población, con la que se consiga encontrar no solo el cuerpo de Anna, sino también el de Tomás, "para que Beatriz pueda descansar". Será la única manera de "cerrar el círculo y encontrar paz". El escrito concluye con una bonita y emotiva frase: "Por Anna y por Beatriz, que junto a Olivia estarán #siemprejuntas".
Buscan encontrar nuevas rutas a través del móvil de Tomás Gimeno
Mientras llega ese esperado milagro, el buque Ángeles Alvariño continúa en sus tareas de búsqueda en el fondo marino, donde esperan encontrar algún resto o pista que les acerque hasta donde se encuentran los cuerpos de Tomás Gimeno y su hija Anna. Y es que el hecho de que se encontrara una bolsa vacía y rajada, donde podría haber estado la pequeña, dificulta mucho la tarea de encontrar su cuerpo.
Por esta razón, ahora las tareas se habrían centrado en encontrar los restos de Tomás, algo que, por el momento, se está convirtiendo en una labor imposible. Por ello, las últimas teorías de los investigadores podrían basarse en la posibilidad de que Tomás apagara el móvil en un punto del mar y se desplazara para quitarse la vida en otro lugar.
Sobre esta teoría se ha trabajado en los últimos días, en los que se ha realizado un nuevo estudio de señalización del teléfono con el fin de poder obtener alguna otra ruta donde poder buscar.
Otra de las posibilidades que se estudian tiene que ver con el hecho de que el cuerpo hubiera sido movido por las corrientes marinas, lo que les ha llevado a realizar nuevas búsquedas a cinco millas del lugar donde se perdió la señal del teléfono.
Un móvil con el que Tomás realizó varias llamadas y con las que los investigadores sospechan se lanzó al mar, junto con un cinturón de pesos que consiguiera lastrarlo al fondo. Con los escasos resultados obtenidos, ahora las investigaciones se centran, de nuevo, en el análisis del teléfono, con el que pretenden averiguar si se les ha escapado algo.